
En el siglo IX, el castillo de Tona, situado en la plana de Vic, en el este de Cataluña, servía como protección del territorio circundante y defensa ante posibles ataques sarracenos durante la lucha con los musulmanes por el control de España. Los pobladores construyeron la iglesia de San Andrés cerca del castillo. Donaron adornos, libros y objetos litúrgicos, así como casas y tierras para su mantenimiento. El obispo de Vic, llamado Gotmar, consagró la iglesia en 888 y le concedió una casa cercana y ciertos ingresos feudales. El sacerdote Atanagildo fue testigo del acto. Este documento, escrito en carolingia minúscula, está muy bien conservado. Al final, presenta la siguiente frase en latín, acompañada de notaciones musicales: surgite, sancti, de abitationibus vestris, loca sanctificate et plebem benedicite et nos homines peccatores in pace custodite (Salid, oh, santos, de vuestros aposentos, santificad el lugar, bendecid al pueblo y conservad la paz en nosotros, pecadores). Es probable que la frase haya sido recitada el día de la consagración. Estos neumas musicales son considerados los más antiguos de Europa.