
Durante su primer viaje al Nuevo Mundo, en 1534, Jacques Cartier exploró el golfo de San Lorenzo y estableció contacto con los iroqueses. Gracias a sus relatos, que describían el reino fabulosamente rico de Saguenay, se decidió con celeridad realizar un segundo viaje. El segundo viaje de Cartier a Nueva Francia (en la actualidad, Canadá) entre 1535 y 1536 dio como resultado el descubrimiento del río San Lorenzo, que se convirtió en la ruta más importante al interior del continente. Durante mucho tiempo, este descubrimiento despertaría la esperanza de haber encontrado un pasaje a China. Cartier navegó río arriba hasta llegar a Hochelaga, el sitio donde se levantaría la ciudad de Montreal. Aquí, se presenta el relato de Cartier acerca de su viaje. El manuscrito original se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia. Ofrece numerosos detalles geográficos, que continuaron apareciendo en los mapas durante otros 50 años. También contiene las primeras observaciones precisas que un europeo hizo sobre los pueblos nativos, la flora y la fauna de Canadá. El título completo, escrito en la primera página del manuscrito, dice: «Segundo viaje del comandante Jacques Cartier, realizado en nombre del muy piadoso rey Francisco I, en 1536, que concluyó con el descubrimiento de las tierras occidentales bajo el clima y los paralelos de las tierras y dominios del rey, un descubrimiento que ya se había iniciado. Este viaje fue emprendido en 1536 por Jacques Cartier, capitán del rey, oriundo de Saint Malo de l’Isle, en Bretaña». Las primeras palabras del manuscrito están dirigidas «al muy piadoso rey». El documento concluye con un breve glosario titulado «Aquí consta el lenguaje de las tierras y los reinos de Hochelaga y Canadá, también conocidos como Nueva Francia». En él, se consignan las palabras nativas para los números, las partes del cuerpo y varios otros términos.