
Cuando Napoleón Bonaparte invadió Egipto en 1798 trajo consigo un séquito de más de 160 estudiosos y científicos. Conocidos como la Comisión Francesa para las Ciencias y las Artes de Egipto, estos expertos llevaron a cabo un extenso estudio de la arqueología, la topografía y la historia natural del país. Un soldado que era parte de la expedición halló la famosa piedra de Rosetta, que el lingüista y estudioso francés, Jean-François Champollion (1790-1832), luego utilizó para develar muchos de los misterios que por tanto tiempo habían envuelto a la lengua del antiguo Egipto. En 1802, Napoleón autorizó la publicación de los descubrimientos de la comisión en una obra monumental en varios volúmenes, que incluía láminas, mapas, ensayos académicos y un índice detallado. La publicación de la edición imperial original comenzó en 1809. Resultó tan popular que se publicó una segunda edición durante la Restauración borbónica posnapoleónica. Se presenta aquí la «Edición Real» (1821-1829), perteneciente a las colecciones de la Biblioteca de Alejandría.