
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. Marruecos español es el número 122 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. Cuando este estudio fue escrito, Marruecos español consistía en dos zonas: una zona norte que constaba de la costa mediterránea y su zona de influencia, y una zona sur que era un enclave en torno a la ciudad de Ifni, en la costa atlántica. Las principales ciudades de la zona norte fueron Melilla, Tetuán, Ceuta, Larache, Alcazarquivir y Arcila (o Arzila). El libro cubre temas de geografía física y política, historia política y condiciones económicas. La sección sobre la historia política relata los hechos que llevaron a España a ganar estos territorios tras la toma de Melilla en 1597. A finales del siglo XIX, el sultanato de Marruecos todavía era, en teoría, independiente, pero su territorio entró en las esferas de interés de las potencias europeas. La zona española se definió en la Convención de 1904 entre Francia y España. Tras la convención se firmó un acuerdo franco-británico por el que Gran Bretaña reconocía la posición preeminente de Francia en Marruecos. En 1912, Marruecos se convirtió formalmente en un protectorado francés, en el que el papel del sultán quedó relegado más que nada a lo ceremonial. España conservó sus zonas costeras del Mediterráneo y del Atlántico, que se convirtieron en un protectorado español. Los protectorados francés y español terminaron en 1956, y el Reino de Marruecos, totalmente independiente, se convirtió en el Estado sucesor del sultanato de Marruecos. España conserva los enclaves de Ceuta y Melilla, sobre los que Marruecos reclama la soberanía.