
Aquí se presenta un chirimen-bon (libro de papel crepé), una versión compacta de un watojihon (libro encuadernado en un estilo tradicional japonés) con imágenes y texto en xilografía. Recibía ese nombre porque la técnica consistía en arrugar el papel hasta que presentara una textura similar a la de la tela. Los chirimen-bon, que se publicaron entre mediados del período Meiji y el comienzo del período Showa, eran traducciones ilustradas de cuentos del folclore japonés, destinadas originalmente a aumentar el contacto de la población japonesa con las lenguas extranjeras después de la kaikoku (la reapertura de Japón a mediados del siglo XIX). Sin embargo, pronto ganaron popularidad como omiyage (pequeños regalos) para los extranjeros. Kobunsha, la editorial dirigida por Takejirō Hasegawa, comenzó a traducir y a publicar Nihon Mukashibanashi (Serie de cuentos de hadas japoneses) en 1885. La serie incluye El gorrión de la lengua cortada. Cuenta la historia de una despreciable anciana que está lavando ropa, cuando un gorrión, que vive en la casa de un vecino, la visita y se come el almidón que está usando. La mujer, enfurecida, le corta la lengua y lo ahuyenta. El matrimonio anciano que vive al lado, entristecido por el hecho, sale en busca del gorrión. Finalmente encuentran su hogar, donde son muy bien recibidos. El gorrión les ofrece dos cestas de mimbre de diferentes tamaños como omiyage. La desinteresada pareja acepta la cesta más pequeña y regresa a su hogar. Al abrirla, se encuentran con un tesoro de oro y plata. Los amables ancianos se vuelven ricos y viven felices para siempre. Envidiosa de la buena fortuna de sus vecinos, la anciana visita la casa de los gorriones y regresa a casa con la cesta grande. Al quitarle la tapa, del interior surge un tropel de demonios que la hace pedazos.