
Esteban Pichardo (1799-1879) fue una de las figuras más importantes de Cuba en el campo de la investigación científica del siglo XIX y el principal representante en los campos de la geografía y la cartografía. Plano de La Habana es parte de una obra mayor en 35 hojas, Carta Geo-hidro-topográfica de la Isla de Cuba, que Pichardo publicó en 1874-1875. Pichardo adoptó un conjunto de símbolos geográficos muy similares a los utilizados en los mapas contemporáneos. Sus mapas, que reflejan un alto grado de sofisticación matemática, fueron una importante referencia cartográfica de Cuba hasta casi un siglo después. Sirvieron para determinar que la superficie terrestre de Cuba era de 124 500 kilómetros cuadrados, un cálculo muy alejado de la realidad (de acuerdo con los geógrafos contemporáneos, la superficie de Cuba es de 109 884 kilómetros cuadrados) pero de relevancia histórica para la época. El mapa muestra los topónimos contemporáneos, las urbanizaciones en diferentes partes de la ciudad en crecimiento, las calles, las construcciones importantes, las líneas de ferrocarril y el puerto.