
Durante la Primera Guerra Mundial, los estadounidenses que tenían parientes viviendo en zonas de guerra buscaban formas de enviar ayuda a sus familias. En 1914 se formó el Comité de Distribución Conjunta de Fondos Estadounidenses para Víctimas de Guerra Judías (que más tarde pasó a llamarse Comité de Distribución Conjunta Judío Estadounidense y que en ambos casos se abrevia como JDC, por sus siglas en inglés). Su misión era enviar ayuda, como alimentos, ropa, medicamentos, fondos y suministros de emergencia a los judíos de Europa. Tras su paso, la guerra dejó muchas otras catástrofes —pogromos, epidemias, hambrunas, revolución y ruina económica— y, después de la guerra, el JDC siguió desempeñando un papel importante en la reconstrucción de las comunidades judías devastadas de Europa del Este y en la asistencia de los judíos en Palestina. En septiembre de 1915, el JDC creó una oficina especial de transferencia como vehículo para que las familias en Estados Unidos pudieran enviar fondos a sus familiares atrapados en los países devastados por la guerra. Este proyecto fue obra de Harriet Lowenstein, primera contralora del JDC, que llevó adelante la oficina por sí sola hasta que la magnitud de la demanda la obligó a contratar asistentes. Pronto el JDC abrió sucursales de la oficina en todo el país para satisfacer las crecientes necesidades de la gente que deseaba transferir fondos. Esta sucursal para la transferencia de remesas individuales estaba en el n.º 98 de la avenida Second, un barrio de la ciudad de Nueva York poblado por inmigrantes. La fotografía pertenece a los archivos del JDC, que contienen documentos, fotografías, películas, videos, historias orales y objetos que registran el trabajo de la organización desde la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad.