
Este mapa de 1822 de la provincia de Kursk pertenece a una obra mayor, Geograficheskii atlas Rossiiskoi imperii, tsarstva Pol'skogo i velikogo kniazhestva Finliandskogo (Atlas geográfico del Imperio ruso, del Reino de Polonia y del Gran Ducado de Finlandia), que contiene 60 mapas del Imperio ruso. El altas, compilado y grabado por el coronel V. P. Piadyshev, refleja el detalle del trazado de mapas de los cartógrafos militares rusos durante el primer cuarto del siglo XIX. Cada mapa muestra centros de población, hostales, estaciones de correos, caminos, fronteras distritales y provinciales, y aduanas. Las distancias se proporcionan en verstas, una unidad de medida rusa, ahora en desuso, que equivalía a 1,07 kilómetros. Las leyendas y los topónimos se ofrecen en ruso y en francés. A pesar de que Kursk había estado habitada por pueblos nómadas durante un milenio, es probable que se haya fundado como asentamiento eslavo antes del siglo XI. La región de Kursk fue inmortalizada en el Cantar de las huestes de Ígor, un poema épico medieval sobre un gobernante local que luchó sin éxito contra los polovtsianos (o cumanos). En el siglo XIX, el compositor Alexander Borodín usó el poema como inspiración para su ópera, El príncipe Ígor. A lo largo de los siglos, Kursk se vio hostigada por invasiones de mongoles, polacos, lituanos y tártaros de Crimea. Moscovia comenzó a incorporar la región de Kursk a finales del siglo XVI, y, durante el siglo XVII, una importante cantidad de rusos comenzó a asentarse en la región.