
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. Bulgaria es el número 22 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. Bulgaria fue un poderoso reino medieval que quedó bajo el control de los turcos otomanos en el siglo XIV. La guerra ruso-turca de 1877-1878 y el Congreso de Berlín de junio-julio de 1878 dieron lugar a la creación del Principado de Bulgaria, que, no obstante, permaneció sujeto a la soberanía otomana. Obtuvo la independencia completa en 1908. El estudio contiene secciones que tratan sobre geografía física y política, historia política, así como condiciones políticas, sociales y económicas. Narra la turbulenta historia de Bulgaria de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Menciona la primera guerra balcánica, de 1912-1913, en la que una alianza de Bulgaria, Montenegro, Serbia y Grecia atacó y derrotó al Imperio otomano, y termina con la segunda guerra balcánica, de 1913, en la que Bulgaria luchó contra Rumanía, Serbia, Grecia, Montenegro y el Imperio otomano por el botín de la primera guerra balcánica. El estudio destaca la importancia de la Iglesia ortodoxa búlgara, pero observa la presencia de las minorías musulmana, judía, católica y protestante y concluye que «la tolerancia religiosa prevalece en mayor medida que en cualquier otro Estado de Europa oriental». La obra destaca que la economía búlgara estaba relativamente rezagada: recién se encontraba en los albores de la industria moderna. La mayoría de los búlgaros se dedicaba a la agricultura, cuyas ramas económicas más importantes eran la sericultura (cría de gusanos de seda) y el cultivo de rosas.