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España

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España
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. España es el número 34 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. Este estudio relativamente breve abarca la historia política y las condiciones sociales y políticas. Narra la historia de España desde la abdicación del rey Carlos IV en 1808 hasta el reinado de Alfonso XIII, que comenzó en 1902, un período turbulento que incluyó la intervención de Napoleón en el país, revueltas internas, rebeliones, crisis constitucionales, el alzamiento y la pérdida definitiva de la mayoría de las colonias españolas en América, la intervención en Marruecos, la guerra contra Estados Unidos y la pérdida del resto de sus colonias en Cuba y Filipinas. La sección sobre historia política resume estos acontecimientos y termina con una nota de esperanza: «parecía haber signos de que España por fin había alcanzado una condición de estabilidad y estaba a punto de entrar en un período de verdadera prosperidad». La sección sobre condiciones sociales y políticas analiza el poder de la Iglesia católica romana, el funcionamiento de la monarquía constitucional en virtud de la Constitución de 1876 y las «graves penurias» de gran parte de la población. Se describe a España como un país pobre, en el que la escasez se debía tanto a causas naturales como a la «mala administración y la obstinada adhesión a una política económica equivocada». España permaneció neutral durante la Primera Guerra Mundial.

Grecia con los archipiélagos de las Cícladas y las Espóradas del Norte

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Grecia con los archipiélagos de las Cícladas y las Espóradas del Norte
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. Grecia con los archipiélagos de las Cícladas y las Espóradas del Norte es el número 18 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. El libro trata los temas de geografía física y política, historia política, así como condiciones sociales, políticas y económicas. La parte sobre historia política se centra en el período comprendido entre la guerra en la que Grecia logró su independencia del Imperio otomano (1821-1829), y la primera y segunda guerras balcánicas (1912-1913), en las que adquirió tierras de Bulgaria y Turquía, lo que le significó casi la duplicación de su territorio y población. Las Cícladas y las Espóradas del Norte son archipiélagos del mar Egeo que quedaron bajo el control de Grecia tras las guerras balcánicas, pero cuya incorporación aún no había sido reconocida oficialmente por las grandes potencias. El apéndice incluye los textos de documentos importantes relativos a Grecia en el siglo XIX. Entre ellos, están el Protocolo de Londres del 22 de marzo de 1829, en virtud del cual las grandes potencias de Gran Bretaña, Francia y Rusia garantizaban el estatus de Grecia como una entidad autónoma bajo la soberanía del Imperio otomano; el Protocolo de Londres del 3 de febrero de 1830, en virtud del cual las tres mismas potencias garantizaban el estatus de Grecia como reino totalmente independiente; y el Tratado de Londres del 29 de marzo de 1864, por el cual Grecia obtuvo la soberanía de las islas Jónicas, un protectorado británico desde 1815. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Grecia permaneció neutral, pero se unió a la guerra a favor de Gran Bretaña y Francia en junio de 1917. El estudio no cubre la participación propiamente dicha de Grecia en la guerra.

Holanda

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Holanda
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. Holanda es el número 25 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. Holanda o el Reino de los Países Bajos, como se lo conocía formalmente, se mantuvo neutral durante la guerra. El libro trata los temas de historia política, condiciones sociales y políticas, así como condiciones económicas. La sección sobre historia política examina el período comprendido entre la instauración de la República de los Siete Países Bajos Unidos (o Provincias Unidas) en 1581, después de la larga lucha por la independencia de España, hasta el reinado de Guillermina, que comenzó en 1898 y continuó hasta después de la Primera Guerra Mundial. Entre los temas tratados, están el surgimiento de la República Neerlandesa, las relaciones con Gran Bretaña y Francia, la dominación francesa bajo el gobierno de Napoleón, la instauración del Reino de los Países Bajos en 1814, y el movimiento separatista de las provincias del sur para formar el Reino de Bélgica en 1830-1831. La sección sobre condiciones sociales y políticas hace hincapié en la división de la población en una mayoría protestante y una gran minoría católica romana en crecimiento, y el importante papel de las divisiones religiosas en los partidos políticos y en la educación pública. La sección sobre las condiciones económicas es breve: cubre principalmente el exitoso esfuerzo de Holanda por restablecer su solvencia después de la costosa ruptura con Bélgica y su compromiso con una política de libre comercio.

Victoria felicísima de España contra cuarenta navíos enemigos que estaban en la playa y costa de la ciudad de Valencia el 4 de abril

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Victoria felicísima de España contra cuarenta navíos enemigos que estaban en la playa y costa de la ciudad de Valencia el 4 de abril
Vitoria felicissima de Eʃpaña contra quarenta nauios de enemigos que andavan en la playa y Coʃta de la ciudad de Valencia a quatro de Abril se publicó en Lima, Perú, en 1618. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Socotra y Somalilandia británica

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Socotra y Somalilandia británica
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. Socotra y Somalilandia británica es el número 97 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. Somalilandia británica (la parte noroeste de la actual Somalia) fue un protectorado británico que se creó en 1884-1887, después de un período de rivalidad entre Gran Bretaña y Egipto (que, en ese entonces, todavía, en teoría, formaba parte del Imperio otomano) por el control del territorio del lado africano del golfo de Adén. Socotra (parte del actual Yemen) es una isla en el océano Índico ubicada al sur de la península de Arabia, que se convirtió en un protectorado británico en 1886. Tanto Somalilandia británica como Socotra eran consideradas de importancia estratégica para el control de las rutas comerciales oceánicas desde el canal de Suez hacia la India, Australia y el Lejano Oriente. El libro contiene secciones que tratan sobre geografía física y política, historia política, así como condiciones políticas, sociales y económicas. La sección sobre la historia política resume los papeles desempeñados por Gran Bretaña, Francia e Italia en esta región de África. Relata también las recurrentes dificultades a las que se enfrentaron los británicos y los italianos para subyugar al líder religioso local y nacionalista somalí, Sayid Mohammed Abdullah Hassan. Esta figura, a quien los británicos llamaban «el mulá loco», predicaba la guerra santa contra las potencias coloniales y sus vecinos, los abisinios (etíopes). La sección económica señala la falta de desarrollo de ambos protectorados, observando, por ejemplo, que «no hay carreteras en la Somalilandia británica, en el sentido europeo de la palabra».

Registro de avisos de todo lo que ha sucedido en Roma, Nápoles, Venecia, Génova, Sicilia, Francia, Alemania, Inglaterra y Malta

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Registro de avisos de todo lo que ha sucedido en Roma, Nápoles, Venecia, Génova, Sicilia, Francia, Alemania, Inglaterra y Malta
Relacion de avisos de todo lo qve ha svcedido en Roma, Napoles, Venecia, Genova, Sicilia, Francia, Alemania, Inglaterra, y Malta se publicó en Lima, Perú, en 1618. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Registro del suceso de la Armada real de Filipinas, y victoria que alcanzó contra los holandeses, quienes tuvieron sitiada la ciudad de Manila durante seis meses

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Registro del suceso de la Armada real de Filipinas, y victoria que alcanzó contra los holandeses, quienes tuvieron sitiada la ciudad de Manila durante seis meses
Relacion del svceso dela armada real de Philipinas, y vitoria que alcanço delos Olandeʃes, que tuuieron ʃitiada ʃeys meʃes ala Ciudad de Manila se publicó en Lima, Perú, en 1619. El libro trata de los acontecimientos que tuvieron lugar entre octubre de 1616 y abril de 1617, cuando una flota de barcos holandeses bloqueó la entrada a la bahía de Manila, antes de ser expulsados por una armada española. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Arte de la lengua aimara: un compendio de las frases en la misma lengua y sus significados equivalentes en romance

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Arte de la lengua aimara: un compendio de las frases en la misma lengua y sus significados equivalentes en romance
Arte de la lengua aymara, con vna silva de phraʃes de la miʃma lengua, y ʃu declaración en romance se publicó en Lima, Perú, en 1612. El autor del libro es Ludovico Bertonio (1552-1625), un misionero jesuita italiano que trabajó entre los nativos aimaras del sur del Perú y Bolivia, y que escribió varias obras importantes sobre la lengua aimara. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Confesionario para los curas de indios con la instrucción de sus ritos y la exhortación para ayudar a morir bien, y un resumen de sus privilegios y forma de impedimentos del matrimonio

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Confesionario para los curas de indios con la instrucción de sus ritos y la exhortación para ayudar a morir bien, y un resumen de sus privilegios y forma de impedimentos del matrimonio
Confessionario para los cvras de indios, con la instrvcion contra svs ritos: y exhortación para ayudar a bien morir y ʃumma de ʃus priuilegios y forma de impedimentos del matrimonio se publicó en Lima, Perú, en 1585. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Transilvania y el Banato

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Transilvania y el Banato
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. Transilvania y el Banato es el número 6 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. Transilvania constaba de 15 condados en la parte sudeste del Reino de Hungría, que, a su vez, pertenecía a los dominios del Imperio austro-húngaro. El Banato, que también se encontraba en Hungría, al sudoeste de Transilvania, consistía en tres condados. Ambas regiones tenían poblaciones muy heterogéneas. Según el censo de 1910, la población de Transilvania (2 678 367) estaba formada por un 55 por ciento de rumanos, un 34 por ciento de húngaros y un 9 por ciento de alemanes; el resto eran, principalmente, eslovacos, rutenos, croatas y serbios. La población del Banato (2 141 769) consistía en un 39 por ciento de rumanos, un 22 por ciento de húngaros, un 20 por ciento de alemanes y un 14 por ciento de serbios. El estudio señala que «las cuestiones políticas de Transilvania son principalmente raciales» (es decir, étnicas) y hace la misma observación con respecto al Banato. Para cada región, el libro contiene secciones que tratan sobre geografía física y política, historia política, así como condiciones políticas, sociales y económicas. Con la derrota de las potencias centrales en la Primera Guerra Mundial, y la posterior desintegración del Imperio austro-húngaro, Transilvania se integró a una Rumanía ampliada, mientras que la mayor parte del Banato quedó dividida entre esa nación y el recién creado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Yugoslavia a partir de 1929).

Símbolo católico indiano, en el cual se declaran los misterios de la fe contenidos en los tres símbolos católicos: apostólico, niceno y de san Atanasio

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Símbolo católico indiano, en el cual se declaran los misterios de la fe contenidos en los tres símbolos católicos: apostólico, niceno y de san Atanasio
Symbolo catholico indiano, en el qval se declaran los myʃterios dela fé, contenidos enlos tres symbolos catholicos, apoʃtolico, Niceno y de S. Athanaʃio se publicó en Lima, Perú, en 1598. El libro contiene los textos de los tres símbolos más importantes de la Iglesia cristiana (el símbolo apostólico, el símbolo niceno y el símbolo atanasiano) en las lenguas quechua y aimara, junto con largas explicaciones en español. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Sionismo

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Sionismo
En preparación para la conferencia de paz que tendría lugar después de la Primera Guerra Mundial, en la primavera de 1917, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico creó un departamento especial responsable de proporcionar información de base para los representantes británicos en la conferencia. Sionismo es el número 162 en una serie de más de 160 estudios realizados por el departamento, de los cuales la mayor parte fue publicada tras la conclusión de la Conferencia de Paz de París que tuvo lugar en 1919. El libro incluye una reseña histórica del sionismo, que lo describe como «el movimiento nacionalista más antiguo de la historia». La sección «El sionismo en la Biblia» analiza el papel de profetas, como Moisés, Isaías y Malaquías, y el exilio de diez de las tribus de Israel después de la conquista de los asirios en el 720 a. C. y de las dos tribus restantes a manos de los babilonios en 606-588 a. C. Al exilio le siguió el regreso parcial de los judíos a Palestina, impulsado por los persas bajo el gobierno de Darío, a partir de 536 a. C. Las secciones siguientes tratan sobre la presencia judía en Palestina durante los dominios persa, griego y romano. El resto del libro examina el desarrollo del sionismo moderno en Europa, e incluye el papel de figuras importantes, como sir Moses Montefiore, Moses Hess y, sobre todo, Theodor Herzl. Entre los desarrollos organizativos importantes que se mencionan, están los congresos sionistas que comenzaron en 1897 y el establecimiento, ese mismo año, del Fondo Nacional Judío. El estudio termina con un análisis sobre el futuro de Palestina y sobre las posibilidades de aplicación de la famosa Declaración Balfour del 2 de noviembre de 1917. En ese documento, Arthur James Balfour, el secretario de Relaciones Exteriores, declara que el Gobierno británico «considera favorable el establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina y hará todo lo posible para facilitar el logro de este objetivo...».

Alegato y decisión de examinar y aprobar los milagros del muy piadoso padre Francisco Solano, miembro de la orden franciscana seráfica

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Alegato y decisión de examinar y aprobar los milagros del muy piadoso padre Francisco Solano, miembro de la orden franciscana seráfica
Allegatio ivris, et consilium pro examinandis et approbandis miraculis religio fissimi viri Francisci Solano Seraphici Franciscani ordinis alumni (Alegato y decisión de examinar y aprobar los milagros del muy piadoso padre Francisco Solano, miembro de la orden franciscana seráfica) se publicó en Lima, Perú, en 1612. San Francisco Solano (1549-1610) fue un fraile franciscano de origen español que llegó a América del Sur en 1589, donde trabajó durante 20 años como misionero entre los nativos del noroeste de la Argentina y del Paraguay. Fue canonizado en 1726. Esta obra es un análisis de los milagros que, según se dice, había realizado el padre Solano. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Libro general de las conversiones de plata y oro de diferentes leyes y pesos, de menor a mayor cantidad, y de sus intereses a tanto por ciento, con otras reglas y avisos muy necesarios para estos reinos del Perú

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Libro general de las conversiones de plata y oro de diferentes leyes y pesos, de menor a mayor cantidad, y de sus intereses a tanto por ciento, con otras reglas y avisos muy necesarios para estos reinos del Perú
Libro general de las redvciones de plata, y oro de diferentes leyes y peʃos, de menor á mayor cantidad, y de ʃus intereʃʃes á tanto por ciento, con otras reglas, y auiʃos muy neceʃsarios para eʃtos reynos del Piru se publicó en Lima, Perú, en 1597. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Arte de la lengua quechua

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Arte de la lengua quechua
Arte de la lengva qvichva se publicó en Lima, Perú, en 1619. El libro es obra de Diego de Torres Rubio (1547-1638), un sacerdote jesuita de origen español que llegó al Perú en 1579, donde se dedicó al estudio de las lenguas nativas, especialmente el aimara y el quechua. La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por Antonio Ricardo (circa 1540-1606), un italiano que había trabajado durante un tiempo como impresor con los jesuitas en la ciudad de México. Este libro forma parte de una colección de 39 primeras ediciones de la Biblioteca Nacional del Perú, producidos en la imprenta entre 1584 y 1619. La colección se inscribió en el registro de Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013. Estos libros, que están en latín, español y varias lenguas amerindias, forman una parte importante del registro del encuentro entre dos mundos: la civilización amerindia de los incas y la cultura europea representada por los conquistadores españoles. Constituyen importantes fuentes para el estudio de la difusión de ideas en el Imperio español: por un lado, el proceso de evangelización y la difusión de la religión católica y, por otro, el debate sobre los pueblos nativos y su condición de seres humanos. Varios de los libros proporcionan una visión de la organización política, cultural y social de la vencida civilización inca, así como un registro de las lenguas quechua y aimara que hablaban los incas.

Imagen del pueblo de Puracé, vista desde los altos de Pesares, provincia de Popayán

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Imagen del pueblo de Puracé, vista desde los altos de Pesares, provincia de Popayán
Esta acuarela de Manuel María Paz (1820-1902) muestra una vista desde lo alto de la ciudad de Popayán, en la cordillera central de los Andes, en el actual departamento del Cauca, Colombia sudoccidental. A la distancia, apenas visible, se divisa la localidad de Puracé y el volcán homónimo, uno de los más activos de Colombia. La acuarela es típica de la obra de Paz, en la que capturaba la diversidad de la población de Colombia y representaba actividades cotidianas y costumbres tradicionales de los diferentes grupos étnicos, raciales y sociales del país. Paz nació en Almaguer, provincia del Cauca. Se unió al ejército colombiano a una edad temprana y demostró habilidades excepcionales como cartógrafo y pintor. En 1853 se hizo cargo del puesto de dibujante para la Comisión Corográfica, antes en manos de Henry Price (1819-1863). La comisión, que inició sus tareas en 1850, estaba encargada de estudiar la geografía, la cartografía, los recursos naturales, la historia natural, la cultura regional y la agricultura de la República de Nueva Granada (actuales Colombia y Panamá). Paz trabajó bajo la dirección de Agustín Codazzi (1793-1859), el geógrafo e ingeniero italiano que cofundó y dirigió la comisión. En 1859, a la muerte de Codazzi, Paz fue uno de los colaboradores que se encargaron de revisar, completar y publicar el trabajo que la Comisión Corográfica había llevado a cabo desde 1850. Como dibujante, Paz realizó acuarelas y dibujos que eran muy exactos y se esforzaban por representar los lugares y a las personas de Colombia en un estilo naturalista y objetivo. Estas imágenes constituyen valiosísimos registros documentales de la historia y de la cultura de Colombia. También proporcionaron información pertinente a la elaboración de los mapas, uno de los principales objetivos de la Comisión Corográfica. La Biblioteca Nacional de Colombia conserva más de 90 pinturas de Paz.

Artesanos practicando la técnica decorativa «barniz de Pasto», provincia de Pasto

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Artesanos practicando la técnica decorativa «barniz de Pasto», provincia de Pasto
Esta acuarela de Manuel María Paz (1820-1902) muestra a tres personas, posiblemente un grupo familiar, sentadas alrededor de una mesa pequeña, pintando artefactos de cerámica en un comercio de la provincia de Pasto (actual departamento de Nariño), Colombia sudoccidental. En el fondo, un hombre bien vestido examina las mercancías, mientras que otro con un poncho contempla la escena. La acuarela es típica de la obra de Paz, en la que capturaba la diversidad de la población de Colombia y representaba actividades cotidianas y costumbres tradicionales de los diferentes grupos étnicos, raciales y sociales del país. Paz nació en Almaguer, provincia del Cauca. Se unió al ejército colombiano a una edad temprana y demostró habilidades excepcionales como cartógrafo y pintor. En 1853 se hizo cargo del puesto de dibujante para la Comisión Corográfica, antes en manos de Henry Price (1819-1863). La comisión, que inició sus tareas en 1850, estaba encargada de estudiar la geografía, la cartografía, los recursos naturales, la historia natural, la cultura regional y la agricultura de la República de Nueva Granada (actuales Colombia y Panamá). Paz trabajó bajo la dirección de Agustín Codazzi (1793-1859), el geógrafo e ingeniero italiano que cofundó y dirigió la comisión. En 1859, a la muerte de Codazzi, Paz fue uno de los colaboradores que se encargaron de revisar, completar y publicar el trabajo que la Comisión Corográfica había llevado a cabo desde 1850. Como dibujante, Paz realizó acuarelas y dibujos que eran muy exactos y se esforzaban por representar los lugares y a las personas de Colombia en un estilo naturalista y objetivo. Estas imágenes constituyen valiosísimos registros documentales de la historia y de la cultura de Colombia. También proporcionaron información pertinente a la elaboración de los mapas, uno de los principales objetivos de la Comisión Corográfica. La Biblioteca Nacional de Colombia conserva más de 90 pinturas de Paz.

Cascada del río Anambio, provincia de Popayán

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Cascada del río Anambio, provincia de Popayán
Esta acuarela de Manuel María Paz (1820-1902) muestra una cascada que cae de un empinado desfiladero en la provincia de Popayán (actual departamento del Cauca), Colombia sudoccidental. El arroyo o río, cuyo nombre actual es quebrada Anambio, se eleva a más de 2300 metros sobre el nivel del mar y fluye cerca del extremo sur de la cordillera central de los Andes. La acuarela es típica de la obra de Paz, en la que capturaba la diversidad de la población de Colombia y representaba actividades cotidianas y costumbres tradicionales de los diferentes grupos étnicos, raciales y sociales del país. Paz nació en Almaguer, provincia del Cauca. Se unió al ejército colombiano a una edad temprana y demostró habilidades excepcionales como cartógrafo y pintor. En 1853 se hizo cargo del puesto de dibujante para la Comisión Corográfica, antes en manos de Henry Price (1819-1863). La comisión, que inició sus tareas en 1850, estaba encargada de estudiar la geografía, la cartografía, los recursos naturales, la historia natural, la cultura regional y la agricultura de la República de Nueva Granada (actuales Colombia y Panamá). Paz trabajó bajo la dirección de Agustín Codazzi (1793-1859), el geógrafo e ingeniero italiano que cofundó y dirigió la comisión. En 1859, a la muerte de Codazzi, Paz fue uno de los colaboradores que se encargaron de revisar, completar y publicar el trabajo que la Comisión Corográfica había llevado a cabo desde 1850. Como dibujante, Paz realizó acuarelas y dibujos que eran muy exactos y se esforzaban por representar los lugares y a las personas de Colombia en un estilo naturalista y objetivo. Estas imágenes constituyen valiosísimos registros documentales de la historia y de la cultura de Colombia. También proporcionaron información pertinente a la elaboración de los mapas, uno de los principales objetivos de la Comisión Corográfica. La Biblioteca Nacional de Colombia conserva más de 90 pinturas de Paz.

Indios de Coconuco, provincia de Popayán

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Indios de Coconuco, provincia de Popayán
Esta acuarela de Manuel María Paz (1820-1902) muestra a una pareja de amerindios coconucos del área de alta montaña de la cordillera central de los Andes, en la provincia de Popayán (actual departamento del Cauca), Colombia sudoccidental. Los coconucos, al igual que algunos de los otros grupos étnicos que sobrevivieron a la conquista y a la colonización española, vivían principalmente en zonas remotas y de mayor altitud. La acuarela es típica de la obra de Paz, en la que capturaba la diversidad de la población de Colombia y representaba actividades cotidianas y costumbres tradicionales de los diferentes grupos étnicos, raciales y sociales del país. Paz nació en Almaguer, provincia del Cauca. Se unió al ejército colombiano a una edad temprana y demostró habilidades excepcionales como cartógrafo y pintor. En 1853 se hizo cargo del puesto de dibujante para la Comisión Corográfica, antes en manos de Henry Price (1819-1863). La comisión, que inició sus tareas en 1850, estaba encargada de estudiar la geografía, la cartografía, los recursos naturales, la historia natural, la cultura regional y la agricultura de la República de Nueva Granada (actuales Colombia y Panamá). Paz trabajó bajo la dirección de Agustín Codazzi (1793-1859), el geógrafo e ingeniero italiano que cofundó y dirigió la comisión. En 1859, a la muerte de Codazzi, Paz fue uno de los colaboradores que se encargaron de revisar, completar y publicar el trabajo que la Comisión Corográfica había llevado a cabo desde 1850. Como dibujante, Paz realizó acuarelas y dibujos que eran muy exactos y se esforzaban por representar los lugares y a las personas de Colombia en un estilo naturalista y objetivo. Estas imágenes constituyen valiosísimos registros documentales de la historia y de la cultura de Colombia. También proporcionaron información pertinente a la elaboración de los mapas, uno de los principales objetivos de la Comisión Corográfica. La Biblioteca Nacional de Colombia conserva más de 90 pinturas de Paz.

Mujeres hilando lana, provincia de Pasto

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Mujeres hilando lana, provincia de Pasto
Esta acuarela de Manuel María Paz (1820-1902) muestra a dos amerindias en la provincia de Pasto (actual departamento de Nariño), en Colombia sudoccidental. Sentadas con las piernas cruzadas o en taburetes bajos, las mujeres parecen estar hilando lana para hacer la ropa de abrigo esencial que les permitiría sobrevivir en las altas montañas de los Andes. La acuarela es típica de la obra de Paz, en la que capturaba la diversidad de la población de Colombia y representaba actividades cotidianas y costumbres tradicionales de los diferentes grupos étnicos, raciales y sociales del país. Paz nació en Almaguer, provincia del Cauca. Se unió al ejército colombiano a una edad temprana y demostró habilidades excepcionales como cartógrafo y pintor. En 1853 se hizo cargo del puesto de dibujante para la Comisión Corográfica, antes en manos de Henry Price (1819-1863). La comisión, que inició sus tareas en 1850, estaba encargada de estudiar la geografía, la cartografía, los recursos naturales, la historia natural, la cultura regional y la agricultura de la República de Nueva Granada (actuales Colombia y Panamá). Paz trabajó bajo la dirección de Agustín Codazzi (1793-1859), el geógrafo e ingeniero italiano que cofundó y dirigió la comisión. En 1859, a la muerte de Codazzi, Paz fue uno de los colaboradores que se encargaron de revisar, completar y publicar el trabajo que la Comisión Corográfica había llevado a cabo desde 1850. Como dibujante, Paz realizó acuarelas y dibujos que eran muy exactos y se esforzaban por representar los lugares y a las personas de Colombia en un estilo naturalista y objetivo. Estas imágenes constituyen valiosísimos registros documentales de la historia y de la cultura de Colombia. También proporcionaron información pertinente a la elaboración de los mapas, uno de los principales objetivos de la Comisión Corográfica. La Biblioteca Nacional de Colombia conserva más de 90 pinturas de Paz.
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