Fundada en Montreal en 1893, la compañía profesional del Théâtre de l'Opéra Français (Teatro Francés de la Ópera) se trasladó, un año más tarde, al Théâtre Français (Teatro Francés), un auditorio renovado que contaba con electricidad. La nueva sede se encontraba en la esquina de las calles Sainte-Catherine y Saint-Dominique. En Quebec, un ámbito en el que todavía había muy pocos artistas profesionales locales, y donde el repertorio teatral y musical era principalmente de habla inglesa, las comedias, los dramas y las operetas del Théâtre de l'Opéra Français deleitaban a los habitantes de habla francesa de Montreal. La compañía, que tenía cantantes y actores provenientes de Francia, contaba con el barítono Vandiric y con las divas Madame Essiani, Madame Bennati y Madame Conti-Bessi. Tenía 25 instrumentistas y 24 coristas. Su repertorio consistía en representaciones líricas y dramáticas. La temporada 1895-1896 resultó ser no solo la más ambiciosa, sino la más complicada, ya que terminó de forma prematura con un escándalo. En la noche del 12 de febrero de 1896, tras un largo retraso, un cantante subió al escenario para explicar a la audiencia que se debían grandes montos de dinero a los artistas y que, en consecuencia, se cancelaba la presentación prevista de El barbero de Sevilla. La difícil situación de los artistas indignó al público y a la prensa, que reunieron los fondos necesarios para que pudieran regresar a Francia. Sin embargo, algunos artistas optaron por permanecer en Montreal: estos fueron los primeros maestros, quienes fueron dando paso a los artistas profesionales locales en los albores del siglo XX.
Fundada en Montreal en 1893, la compañía profesional del Théâtre de l'Opéra Français (Teatro Francés de la Ópera) se trasladó, un año más tarde, al Théâtre Français (Teatro Francés), un auditorio renovado que contaba con electricidad. La nueva sede se encontraba en la esquina de las calles Sainte-Catherine y Saint-Dominique. En Quebec, un ámbito en el que todavía había muy pocos artistas profesionales locales, y donde el repertorio teatral y musical era principalmente de habla inglesa, las comedias, los dramas y las operetas del Théâtre de l'Opéra Français deleitaban a los habitantes de habla francesa de Montreal. La compañía, que tenía cantantes y actores provenientes de Francia, contaba con el barítono Vandiric y con las divas Madame Essiani, Madame Bennati y Madame Conti-Bessi. Tenía 25 instrumentistas y 24 coristas. Su repertorio consistía en representaciones líricas y dramáticas. La temporada 1895-1896 resultó ser no solo la más ambiciosa, sino la más complicada, ya que terminó de forma prematura con un escándalo. En la noche del 12 de febrero de 1896, tras un largo retraso, un cantante subió al escenario para explicar a la audiencia que se debían grandes montos de dinero a los artistas y que, en consecuencia, se cancelaba la presentación prevista de El barbero de Sevilla. La difícil situación de los artistas indignó al público y a la prensa, que reunieron los fondos necesarios para que pudieran regresar a Francia. Sin embargo, algunos artistas optaron por permanecer en Montreal: estos fueron los primeros maestros, quienes fueron dando paso a los artistas profesionales locales en los albores del siglo XX.