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The Stars and Stripes. Volumen 2, número 13, 2 de mayo de 1919

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The Stars and Stripes. Volumen 2, número 13, 2 de mayo de 1919
Entre el 8 de febrero de 1918 y el 13 de junio de 1919, las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (AEF, por sus siglas en inglés) del Ejército de los Estados Unidos publicó The Stars and Stripes en Francia. El general John J. Pershing tenía en mente un periódico escrito por militares para los soldados en el frente de batalla. En la primera página del primer número, expresa su apoyo al periódico y describe su finalidad y contenido de la siguiente manera: «En este primer número de The Stars and Stripes, publicado por los hombres del Comando de Ultramar, el comandante en jefe de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses da la bienvenida, a través del personal de la redacción, a todos sus lectores, tanto aquellos apostados en las trincheras en el frente de batalla como los que se encuentran en los puertos base. Estos lectores son, en su gran mayoría, hombres que han tenido el privilegio de pertenecer al primer contingente de estadounidenses que lucharon en suelo europeo por el honor de su país... El periódico, escrito por hombres en servicio, busca expresar el pensamiento del nuevo Ejército de los Estados Unidos y del pueblo estadounidense, cuyos hombres son parte de las fuerzas. Este es su periódico. Que tengan buena suerte». La misión del periódico era fortalecer la moral de las tropas y promover la unidad dentro de las fuerzas estadounidenses, que, por entonces, estaban muy dispersas y cumplían muchas funciones sin relación aparente. La empresa tuvo un éxito inmediato entre los soldados: la primera edición de 1000 ejemplares se agotó rápidamente. Aunque era conocido como el «periódico oficial de las AEF», su tono editorial independiente le valió la confianza y el afecto de los soldados rasos. The Stars and Stripes se publicó exclusivamente en Francia durante 17 meses. Su diseño era típico de los periódicos estadounidenses de la época, con columnas anchas, títulos únicamente en mayúsculas y numerosas ilustraciones. El equipo editorial asignado al diario estaba compuesto, sobre todo, por hombres alistados, entre los que había varios periodistas de carrera. El teniente segundo Guy T. Viskniskki de la Wheeler Newspaper Syndicate, el crítico de teatro del New York Times Alexander Woollcott, el bibliófilo John Winterich y el caricaturista Abian «Wally» Wallgren del Washington Post estuvieron entre los que aportaron su experiencia y conocimiento. También pertenecía a la redacción el soldado Harold W. Ross, que más tarde fundó la revista The New Yorker. The Stars and Stripes llegó a ser un periódico de alta circulación, con más de 500 000 lectores al momento de su primer aniversario. Su éxito se debió tanto al contenido como al sistema de distribución. Combinando ingenio y perseverancia, los agentes entregaban el periódico a la mayoría de los suscriptores en la fecha de publicación. El capitán Richard H. Waldo, que había trabajado en el New York Times y en Good Housekeeping antes de alistarse, ideó un sistema por el cual los soldados repartidores, o «agentes de campo», de cada oficina de correos del Ejército coordinaban la distribución por ferrocarril, camión y automóvil (incluidos tres Cadillacs). Los vendedores de periódicos franceses también repartían copias del semanario entre los agentes de campo y en centros de hospitalidad administrados por la Asociación Cristiana de Jóvenes, conocidos como los «barracones de la ACJ». Además, los distribuidores enviaban por correo más de 200 000 copias a bases militares y a suscriptores en general de los Estados Unidos. La Biblioteca Digital Mundial presenta los 71 números de The Stars and Stripes.

The Stars and Stripes. Volumen 2, número 12, 25 de abril de 1919

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The Stars and Stripes. Volumen 2, número 12, 25 de abril de 1919
Entre el 8 de febrero de 1918 y el 13 de junio de 1919, las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (AEF, por sus siglas en inglés) del Ejército de los Estados Unidos publicó The Stars and Stripes en Francia. El general John J. Pershing tenía en mente un periódico escrito por militares para los soldados en el frente de batalla. En la primera página del primer número, expresa su apoyo al periódico y describe su finalidad y contenido de la siguiente manera: «En este primer número de The Stars and Stripes, publicado por los hombres del Comando de Ultramar, el comandante en jefe de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses da la bienvenida, a través del personal de la redacción, a todos sus lectores, tanto aquellos apostados en las trincheras en el frente de batalla como los que se encuentran en los puertos base. Estos lectores son, en su gran mayoría, hombres que han tenido el privilegio de pertenecer al primer contingente de estadounidenses que lucharon en suelo europeo por el honor de su país... El periódico, escrito por hombres en servicio, busca expresar el pensamiento del nuevo Ejército de los Estados Unidos y del pueblo estadounidense, cuyos hombres son parte de las fuerzas. Este es su periódico. Que tengan buena suerte». La misión del periódico era fortalecer la moral de las tropas y promover la unidad dentro de las fuerzas estadounidenses, que, por entonces, estaban muy dispersas y cumplían muchas funciones sin relación aparente. La empresa tuvo un éxito inmediato entre los soldados: la primera edición de 1000 ejemplares se agotó rápidamente. Aunque era conocido como el «periódico oficial de las AEF», su tono editorial independiente le valió la confianza y el afecto de los soldados rasos. The Stars and Stripes se publicó exclusivamente en Francia durante 17 meses. Su diseño era típico de los periódicos estadounidenses de la época, con columnas anchas, títulos únicamente en mayúsculas y numerosas ilustraciones. El equipo editorial asignado al diario estaba compuesto, sobre todo, por hombres alistados, entre los que había varios periodistas de carrera. El teniente segundo Guy T. Viskniskki de la Wheeler Newspaper Syndicate, el crítico de teatro del New York Times Alexander Woollcott, el bibliófilo John Winterich y el caricaturista Abian «Wally» Wallgren del Washington Post estuvieron entre los que aportaron su experiencia y conocimiento. También pertenecía a la redacción el soldado Harold W. Ross, que más tarde fundó la revista The New Yorker. The Stars and Stripes llegó a ser un periódico de alta circulación, con más de 500 000 lectores al momento de su primer aniversario. Su éxito se debió tanto al contenido como al sistema de distribución. Combinando ingenio y perseverancia, los agentes entregaban el periódico a la mayoría de los suscriptores en la fecha de publicación. El capitán Richard H. Waldo, que había trabajado en el New York Times y en Good Housekeeping antes de alistarse, ideó un sistema por el cual los soldados repartidores, o «agentes de campo», de cada oficina de correos del Ejército coordinaban la distribución por ferrocarril, camión y automóvil (incluidos tres Cadillacs). Los vendedores de periódicos franceses también repartían copias del semanario entre los agentes de campo y en centros de hospitalidad administrados por la Asociación Cristiana de Jóvenes, conocidos como los «barracones de la ACJ». Además, los distribuidores enviaban por correo más de 200 000 copias a bases militares y a suscriptores en general de los Estados Unidos. La Biblioteca Digital Mundial presenta los 71 números de The Stars and Stripes.

The Stars and Stripes. Volumen 2, número 11, 18 de abril de 1919

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The Stars and Stripes. Volumen 2, número 11, 18 de abril de 1919
Entre el 8 de febrero de 1918 y el 13 de junio de 1919, las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (AEF, por sus siglas en inglés) del Ejército de los Estados Unidos publicó The Stars and Stripes en Francia. El general John J. Pershing tenía en mente un periódico escrito por militares para los soldados en el frente de batalla. En la primera página del primer número, expresa su apoyo al periódico y describe su finalidad y contenido de la siguiente manera: «En este primer número de The Stars and Stripes, publicado por los hombres del Comando de Ultramar, el comandante en jefe de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses da la bienvenida, a través del personal de la redacción, a todos sus lectores, tanto aquellos apostados en las trincheras en el frente de batalla como los que se encuentran en los puertos base. Estos lectores son, en su gran mayoría, hombres que han tenido el privilegio de pertenecer al primer contingente de estadounidenses que lucharon en suelo europeo por el honor de su país... El periódico, escrito por hombres en servicio, busca expresar el pensamiento del nuevo Ejército de los Estados Unidos y del pueblo estadounidense, cuyos hombres son parte de las fuerzas. Este es su periódico. Que tengan buena suerte». La misión del periódico era fortalecer la moral de las tropas y promover la unidad dentro de las fuerzas estadounidenses, que, por entonces, estaban muy dispersas y cumplían muchas funciones sin relación aparente. La empresa tuvo un éxito inmediato entre los soldados: la primera edición de 1000 ejemplares se agotó rápidamente. Aunque era conocido como el «periódico oficial de las AEF», su tono editorial independiente le valió la confianza y el afecto de los soldados rasos. The Stars and Stripes se publicó exclusivamente en Francia durante 17 meses. Su diseño era típico de los periódicos estadounidenses de la época, con columnas anchas, títulos únicamente en mayúsculas y numerosas ilustraciones. El equipo editorial asignado al diario estaba compuesto, sobre todo, por hombres alistados, entre los que había varios periodistas de carrera. El teniente segundo Guy T. Viskniskki de la Wheeler Newspaper Syndicate, el crítico de teatro del New York Times Alexander Woollcott, el bibliófilo John Winterich y el caricaturista Abian «Wally» Wallgren del Washington Post estuvieron entre los que aportaron su experiencia y conocimiento. También pertenecía a la redacción el soldado Harold W. Ross, que más tarde fundó la revista The New Yorker. The Stars and Stripes llegó a ser un periódico de alta circulación, con más de 500 000 lectores al momento de su primer aniversario. Su éxito se debió tanto al contenido como al sistema de distribución. Combinando ingenio y perseverancia, los agentes entregaban el periódico a la mayoría de los suscriptores en la fecha de publicación. El capitán Richard H. Waldo, que había trabajado en el New York Times y en Good Housekeeping antes de alistarse, ideó un sistema por el cual los soldados repartidores, o «agentes de campo», de cada oficina de correos del Ejército coordinaban la distribución por ferrocarril, camión y automóvil (incluidos tres Cadillacs). Los vendedores de periódicos franceses también repartían copias del semanario entre los agentes de campo y en centros de hospitalidad administrados por la Asociación Cristiana de Jóvenes, conocidos como los «barracones de la ACJ». Además, los distribuidores enviaban por correo más de 200 000 copias a bases militares y a suscriptores en general de los Estados Unidos. La Biblioteca Digital Mundial presenta los 71 números de The Stars and Stripes.

The Stars and Stripes. Volumen 2, número 10, 11 de abril de 1919

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The Stars and Stripes. Volumen 2, número 10, 11 de abril de 1919
Entre el 8 de febrero de 1918 y el 13 de junio de 1919, las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (AEF, por sus siglas en inglés) del Ejército de los Estados Unidos publicó The Stars and Stripes en Francia. El general John J. Pershing tenía en mente un periódico escrito por militares para los soldados en el frente de batalla. En la primera página del primer número, expresa su apoyo al periódico y describe su finalidad y contenido de la siguiente manera: «En este primer número de The Stars and Stripes, publicado por los hombres del Comando de Ultramar, el comandante en jefe de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses da la bienvenida, a través del personal de la redacción, a todos sus lectores, tanto aquellos apostados en las trincheras en el frente de batalla como los que se encuentran en los puertos base. Estos lectores son, en su gran mayoría, hombres que han tenido el privilegio de pertenecer al primer contingente de estadounidenses que lucharon en suelo europeo por el honor de su país... El periódico, escrito por hombres en servicio, busca expresar el pensamiento del nuevo Ejército de los Estados Unidos y del pueblo estadounidense, cuyos hombres son parte de las fuerzas. Este es su periódico. Que tengan buena suerte». La misión del periódico era fortalecer la moral de las tropas y promover la unidad dentro de las fuerzas estadounidenses, que, por entonces, estaban muy dispersas y cumplían muchas funciones sin relación aparente. La empresa tuvo un éxito inmediato entre los soldados: la primera edición de 1000 ejemplares se agotó rápidamente. Aunque era conocido como el «periódico oficial de las AEF», su tono editorial independiente le valió la confianza y el afecto de los soldados rasos. The Stars and Stripes se publicó exclusivamente en Francia durante 17 meses. Su diseño era típico de los periódicos estadounidenses de la época, con columnas anchas, títulos únicamente en mayúsculas y numerosas ilustraciones. El equipo editorial asignado al diario estaba compuesto, sobre todo, por hombres alistados, entre los que había varios periodistas de carrera. El teniente segundo Guy T. Viskniskki de la Wheeler Newspaper Syndicate, el crítico de teatro del New York Times Alexander Woollcott, el bibliófilo John Winterich y el caricaturista Abian «Wally» Wallgren del Washington Post estuvieron entre los que aportaron su experiencia y conocimiento. También pertenecía a la redacción el soldado Harold W. Ross, que más tarde fundó la revista The New Yorker. The Stars and Stripes llegó a ser un periódico de alta circulación, con más de 500 000 lectores al momento de su primer aniversario. Su éxito se debió tanto al contenido como al sistema de distribución. Combinando ingenio y perseverancia, los agentes entregaban el periódico a la mayoría de los suscriptores en la fecha de publicación. El capitán Richard H. Waldo, que había trabajado en el New York Times y en Good Housekeeping antes de alistarse, ideó un sistema por el cual los soldados repartidores, o «agentes de campo», de cada oficina de correos del Ejército coordinaban la distribución por ferrocarril, camión y automóvil (incluidos tres Cadillacs). Los vendedores de periódicos franceses también repartían copias del semanario entre los agentes de campo y en centros de hospitalidad administrados por la Asociación Cristiana de Jóvenes, conocidos como los «barracones de la ACJ». Además, los distribuidores enviaban por correo más de 200 000 copias a bases militares y a suscriptores en general de los Estados Unidos. La Biblioteca Digital Mundial presenta los 71 números de The Stars and Stripes.

The Stars and Stripes. Volumen 2, número 9, 4 de abril de 1919

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The Stars and Stripes. Volumen 2, número 9, 4 de abril de 1919
Entre el 8 de febrero de 1918 y el 13 de junio de 1919, las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (AEF, por sus siglas en inglés) del Ejército de los Estados Unidos publicó The Stars and Stripes en Francia. El general John J. Pershing tenía en mente un periódico escrito por militares para los soldados en el frente de batalla. En la primera página del primer número, expresa su apoyo al periódico y describe su finalidad y contenido de la siguiente manera: «En este primer número de The Stars and Stripes, publicado por los hombres del Comando de Ultramar, el comandante en jefe de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses da la bienvenida, a través del personal de la redacción, a todos sus lectores, tanto aquellos apostados en las trincheras en el frente de batalla como los que se encuentran en los puertos base. Estos lectores son, en su gran mayoría, hombres que han tenido el privilegio de pertenecer al primer contingente de estadounidenses que lucharon en suelo europeo por el honor de su país... El periódico, escrito por hombres en servicio, busca expresar el pensamiento del nuevo Ejército de los Estados Unidos y del pueblo estadounidense, cuyos hombres son parte de las fuerzas. Este es su periódico. Que tengan buena suerte». La misión del periódico era fortalecer la moral de las tropas y promover la unidad dentro de las fuerzas estadounidenses, que, por entonces, estaban muy dispersas y cumplían muchas funciones sin relación aparente. La empresa tuvo un éxito inmediato entre los soldados: la primera edición de 1000 ejemplares se agotó rápidamente. Aunque era conocido como el «periódico oficial de las AEF», su tono editorial independiente le valió la confianza y el afecto de los soldados rasos. The Stars and Stripes se publicó exclusivamente en Francia durante 17 meses. Su diseño era típico de los periódicos estadounidenses de la época, con columnas anchas, títulos únicamente en mayúsculas y numerosas ilustraciones. El equipo editorial asignado al diario estaba compuesto, sobre todo, por hombres alistados, entre los que había varios periodistas de carrera. El teniente segundo Guy T. Viskniskki de la Wheeler Newspaper Syndicate, el crítico de teatro del New York Times Alexander Woollcott, el bibliófilo John Winterich y el caricaturista Abian «Wally» Wallgren del Washington Post estuvieron entre los que aportaron su experiencia y conocimiento. También pertenecía a la redacción el soldado Harold W. Ross, que más tarde fundó la revista The New Yorker. The Stars and Stripes llegó a ser un periódico de alta circulación, con más de 500 000 lectores al momento de su primer aniversario. Su éxito se debió tanto al contenido como al sistema de distribución. Combinando ingenio y perseverancia, los agentes entregaban el periódico a la mayoría de los suscriptores en la fecha de publicación. El capitán Richard H. Waldo, que había trabajado en el New York Times y en Good Housekeeping antes de alistarse, ideó un sistema por el cual los soldados repartidores, o «agentes de campo», de cada oficina de correos del Ejército coordinaban la distribución por ferrocarril, camión y automóvil (incluidos tres Cadillacs). Los vendedores de periódicos franceses también repartían copias del semanario entre los agentes de campo y en centros de hospitalidad administrados por la Asociación Cristiana de Jóvenes, conocidos como los «barracones de la ACJ». Además, los distribuidores enviaban por correo más de 200 000 copias a bases militares y a suscriptores en general de los Estados Unidos. La Biblioteca Digital Mundial presenta los 71 números de The Stars and Stripes.

La Biblia de Koberger

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La Biblia de Koberger
Tras la Biblia de Mentelin, fechada en 1466, la Biblia de Koberger de 1483 es la novena versión que se imprimió de la Biblia en alemán y la segunda producida en Núremberg, después de la Biblia de Sensenschmidt de circa 1476-1478. Para la rica decoración de esta edición, Anton Koberger (circa 1440-1513) utilizó las xilografías producidas para la Biblia impresa en Colonia por Bartolomé de Unckel entre 1478 y 1479, que él mismo había ayudado a financiar. La primera xilografía, que precede al Génesis, representa la creación de Eva en el Paraíso y ocupa casi una página entera. A diferencia de Günther Zainer, que ya había utilizado iniciales historiadas grabadas sobre madera en su Biblia de 1475-1476, Koberger permitió que un rubricador o iluminador se encargara de las iniciales pintadas. Al igual que otros ejemplares de esta edición, el que aquí se presenta está profusamente iluminado con colores al temple sobre un fondo en oro punzonado, y cuenta con más de 70 iniciales en témpera, oro o plata, y motivos de hojas de acanto para marcar el comienzo de cada libro bíblico y de las cartas apostólicas. En especial, las iniciales al comienzo del Génesis (recto del folio 5) y de Proverbios (recto del folio 296) están decoradas lujosamente, con bustos de los profetas, ángeles que llevan escudos vacíos y animales integrados en las decoraciones foliadas. El pintor se formó en la escuela de Johann Bämler en Augsburgo (circa 1435-circa 1503). Asimismo, un misal manuscrito fechado en 1490, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Austria, en Viena, contiene miniaturas que se parecen mucho a las de la Biblia de Koberger. Es necesaria una investigación más amplia de la decoración de los incunables impresos por Koberger para determinar si el iluminador trabajó en Augsburgo o en Núremberg. Al menos, parece que la copia que se conserva en la Württembergische Landesbibliothek de Stuttgart fue coloreada e iluminada por otro pintor, que muy probablemente trabajó para Koberger en Núremberg.

«Octavo libro de arquitectura», de Serlio

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«Octavo libro de arquitectura», de Serlio
Sebastiano Serlio (1475-1554) nació en Bolonia y se formó como pintor y arquitecto en Roma y en Venecia. A partir de 1541, trabajó en Francia, en particular, en Fontainebleau y en Lyon. La imperecedera popularidad de Serlio radica en sus escritos teóricos sobre arquitectura, que representan una fuente significativa para el estudio de la arquitectura renacentista italiana y francesa. Gran parte de los ocho Libri de architettura (Libros de arquitectura) que planificó se imprimieron a lo largo de su vida. Sin embargo, quedaron sin publicar dos manuscritos que, ya en 1571, pasaron a formar parte de la recientemente fundada biblioteca del duque Alberto V de Baviera. No fue hasta 1966 que uno de ellos, el Sesto libro (Sexto libro; Biblioteca Estatal de Baviera, Cod. icon. 189), se publicó en facsímil. El otro códice, que se muestra aquí, contiene los bocetos que Serlio escribió para el Ottavo libro (Octavo libro) sobre la construcción de fortificaciones. Está basado en la descripción de un campamento romano en la historia universal del historiador griego Polibio. Lo más importante es que incluye «Della castramentatione di Polibio ridutta in una citadella murata» (La reconstrucción de un campamento militar romano, descrito por Polibio como una ciudadela amurallada, folio 1), cuyo plano, tomado de un estudio realizado en un asentamiento militar de «Datia» (la provincia romana de Dacia), había sido conseguido por Marino Grimani, patriarca de Aquilea. Para ello, Serlio esbozó planos detallados y alzados de edificios, según sus propias concepciones de la arquitectura clásica.

Advertencia a la cristiandad sobre los turcos

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Advertencia a la cristiandad sobre los turcos
Tras la toma de Constantinopla a manos de los turcos bajo el gobierno del sultán Mehmed II el 29 de mayo de 1453, numerosos escritores europeos instaron a los gobernantes de Europa a defender la cristiandad. El incipiente arte de la impresión se prestaba para la propagación de este tipo de petición. Por consiguiente, fue en el taller de Johann Gutenberg, el impresor de la famosa Biblia de 42 líneas que lleva su nombre, donde se imprimió el primer panfleto político en alemán sobre este tema, con el título Eyn manung der cristenheit widder die durken (Advertencia a la cristiandad sobre los turcos). Hoy solo sobrevive una única copia de este panfleto en las colecciones de la Biblioteca Estatal de Baviera. Se trata de la impresión más antigua, completa e intacta, que fue producida con el tipo móvil conocido como «Donat-Kalender-Type» o «Urtype» de Gutenberg. El pequeño ejemplar, que contiene seis hojas cuartillas, también es conocido como el Türkenkalender (Calendario turco), ya que Gutenberg lo presentó con el formato de un calendario organizado según las 12 lunas nuevas del año 1455. Tras una oración introductoria, en cada uno de los meses del calendario exhorta a un clérigo o a un príncipe secular a que se resista contra los turcos. Los versos finales del mes de diciembre anuncian una reciente victoria contra el enemigo, difundida a través de una carta escrita por el papa Nicolás V el 25 de octubre de 1454 a la Dieta de Fráncfort, que buscaba alentar a la asamblea a unirse en armas contra los turcos. Sin embargo, la misiva no cumplió con su propósito: llegó a Fráncfort demasiado tarde para la sesión de la Dieta y fue leída el 6 de diciembre de 1454 en la asamblea de los pueblos y ciudades que se habían reunido después en Fráncfort. El Türkenkalender termina con una oración y un deseo de buenos augurios para el Año Nuevo de 1455: se trata del primer saludo de este tipo conocido. Debido a que, en Maguncia, el Año Nuevo se contaba a partir del día de Navidad, la fecha de producción de esta obra se puede determinar con una exactitud relativa en 1454, después del día 6 y antes del 25 de diciembre. La única copia del Türkenkalender perteneció originalmente al humanista Konrad Peutinger (1465-1547). Fue descubierta en el colegio jesuita de Augsburgo en 1806, desde donde se la trasladó a Múnich.

La Pasión de Stöger: el sufrimiento de Cristo

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La Pasión de Stöger: el sufrimiento de Cristo
La llamada Pasión de Stöger es el primer libro impreso en Baviera y, probablemente, el primer incunable ilustrado, que precedió incluso a la edición de Albrecht Pfister de Edelstein, de Boner (con fecha el 14 de febrero de 1461), y a la Biblia pauperum (la Biblia de los pobres), de Pfister, de circa 1462 o 1463. La obra lleva el nombre de Franz Xaver Stöger el Joven, probablemente hijo de un subastador de Múnich, que tenía buenos contactos comerciales con la biblioteca local desde 1831 y que, en 1833, publicitó la obra por primera vez. El libro fue impreso con tipos móviles similares a los utilizados en la Biblia de 36 líneas y en la Biblia de Gutenberg, también empleados en un almanaque vienés del año 1462. Está decorado con 20 grabados a buril que ilustran la Pasión de Cristo. Antes de la Pasión de Stöger, el volumen contiene una edición de los Siete gozos de María, impresa con la misma tipografía e ilustrada de manera similar con grabados a buril. La copia de Múnich es el único ejemplar completo de esta obra, de la que se conocen siete ediciones diferentes, seis en alemán y una en italiano. Antes de usarse para obras impresas, los grabados a buril se habían empleado para ilustrar libros manuscritos de oraciones. Creadas antes de que se imprimiera esta edición en 1461, las imágenes son similares a las ejecutadas por el Meister der Spielkarten (Maestro de las barajas), un artista activo en la zona del Alto Rin. Por ello, a menudo se las ha considerado originarias de esta región. Sin embargo, como las imágenes impresas se prestaban al fácil transporte (las de este artista en particular se distribuyeron, de hecho, desde Inglaterra hasta Viena) y los manuscritos y las ediciones impresas de este texto se escribieron en un dialecto bávaro central, los grabados a buril pueden también haber surgido en Baviera. La primera edición del pequeño libro de oraciones con sus ilustraciones grabadas a buril fue tan exitosa que pronto se hizo una copia, que, a su vez, se utilizó para producir libros similares con texto manuscrito o xilográfico.

Tres textos sobre arquitectura de la Antigüedad clásica: libros de Vitruvio, carta de Rafael al papa León X, fragmentos de escritura

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Tres textos sobre arquitectura de la Antigüedad clásica: libros de Vitruvio, carta de Rafael al papa León X, fragmentos de escritura
Los ideales del Renacimiento clásico surgieron en Roma durante el pontificado de León X (1513-1521), un gran mecenas de las artes descendiente de la casa de los Médici. El artista Rafael (1483-1520), que trabajó en Roma desde 1508, recibió una serie de encargos importantes en este período. Tras la muerte de Bramante en 1514, fue designado arquitecto del proyecto de reconstrucción de la catedral de San Pedro y, posteriormente, también fue inspector de las ruinas antiguas de Roma. Rafael utilizó las obras de la Antigüedad clásica para resolver problemas arquitectónicos prácticos. Convocó al humanista Fabio Calvo para que le tradujera el libro de arquitectura del gran Vitruvio, oriundo de Roma. Luego, se dedicó, mediante estudios y excavaciones, a la reconstrucción del plano de la antigua ciudad de Roma. El manuscrito que aquí se presenta contiene las traducciones de la obra de Vitruvio que Calvo hizo al italiano. Encuadernado con estos manuscritos, está el texto de la famosa carta destinada a León X, en la que se aboga por la preservación de los monumentos romanos antiguos. En la actualidad, se sabe con certeza que Rafael fue el autor de esta misiva y que, probablemente, contó con cierta colaboración del cortesano y escritor italiano Baldassare Castiglione. La carta establece claramente un método para registrar edificios en función del plano, la elevación y la transversabilidad. La obra sobre el proyecto de Rafael quedó trunca por su muerte temprana y por el saqueo de Roma en 1527. Sin embargo, esta misiva sigue destacándose como una de las bases de la arqueología científica. En un momento, estos dos importantes manuscritos pertenecieron a Pietro Vettori, y luego, en 1783, fueron adquiridos por Karl Theodor, elector del Palatinado y de Baviera, para la biblioteca de la corte.

Fragmento de «Moralia» en la sexta parte de Job

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Fragmento de «Moralia» en la sexta parte de Job
Este manuscrito del siglo VIII es un ejemplo destacado de la herencia anglosajona de Baviera y, más específicamente, de Múnich. Se trata de una copia incompleta de la exégesis alegórica de Gregorio Magno de la sexta parte del Libro de Job. El manuscrito, que consta de unas 300 páginas, fue escrito casi en su totalidad por el escriba anglosajón Peregrinus («Extranjero»), quien, en el colofón (verso del folio 146) explica su nombre y narra sus experiencias laborales en el scriptorium de Frisinga (Baviera) bajo las órdenes del obispo Arbeo, fundador de la biblioteca de la catedral y obispo de Frisinga entre 764 y 783. Se incluyen pasajes en minúscula carolingia temprana de otros escribas de Frisinga en unas pocas páginas. La primera página (verso del folio 1) está decorada con un borde arquitectónico, que consta de cuatro arcadas sostenidas por pilares de colores con capiteles y bases escalonadas, tal como se suelen utilizar en las tablas canónicas. En los espacios debajo de las dos arcadas de la izquierda, se puede observar a un animal que mira hacia atrás. El texto comienza en el recto de la hoja 2 con una gran inicial «S» (por sancti) insular, que está ornamentada con motivos entrelazados y cabezas de animales en los extremos. El exlibris de Frisinga del margen superior, «Iste liber est sanctae Marie et sancti Corbiniani Frisinge» (Este es el libro de santa María y san Corbiniano, Frisinga), data del siglo XII. La obra fue conservada en la biblioteca de la catedral de Frisinga durante más de un milenio y luego, en 1803, fue trasladada a la de la corte de Múnich, antecesora de la Biblioteca Estatal de Baviera.

Carta portulana

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Carta portulana
Las primeras cartas marítimas se produjeron entre finales del siglo XIII y comienzos del XIV. Su principal objetivo era representar, con la mayor precisión posible, las costas y los puertos —razón por lo que se las llamó portulanas—. Los descubrimientos realizados durante las aventuras de los marinos en el mar abierto quedaban plasmados en estas cartas. Una ley portuguesa estipulaba que cada barco debía llevar a bordo dos cartas de uso práctico. La carta portulana que se muestra aquí es una copia de un ejemplar portugués original trazado por un cartógrafo italiano. Se trata de un documento importante en la historia del descubrimiento de América y se lo conoce como el Kunstmann II o el Mapa de los cuatro dedos. Data de alrededor de 1502-1506 y ya registra los descubrimientos fruto de los viajes del explorador portugués Miguel Corte-Real (circa 1448-circa 1502) y del explorador y navegante italiano Américo Vespucio (circa 1451/1454-1512) en 1501. Corte-Real documentó Terra de Lavorador (parte de lo que hoy es Groenlandia) y Terra Corte Real (Terranova y Labrador) en América del Norte. Entre los hallazgos de Vespucio en América del Sur se destacan la costa norte desde De Lisleo (San Lorenzo, lago de Maracaibo) hasta el Rio de le Aues (río Orinoco) y, entre el cabo San Roque y el río de Cananor, la costa oriental del continente. En este mapa, la franja costera austral se denomina «Terra Sanctae Crucis». Abajo, a la izquierda, hay una inscripción y una imagen que indican la prevalencia del canibalismo en esta región. En la imagen escorzada en sentido norte-sur de África, el norte es visiblemente más ancho de este a oeste. Madagascar, la isla frente a la costa oriental de África descubierta en 1506, no aparece en el mapa, por lo que no hay dudas de que la carta fue trazada antes de esa fecha. Los diferentes nombres en el mapa aparecen en latín, portugués e italiano.

Atlas náutico de Battista Agnese

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Atlas náutico de Battista Agnese
Battista Agnese (1514-1564) fue un geógrafo y cartógrafo magistral. Nació en Génova, trabajó en Venecia entre 1536 y 1564, y llegó a ser una de las figuras más prominentes de la cartografía renacentista. Los investigadores difieren en cuanto a la cantidad total de atlas manuscritos que creó: produjo al menos 39 atlas portulanos o marítimos, diez de los cuales están firmados y fechados. Todos ellos se distinguen por su prolija caligrafía, y son valorados por su primerísima calidad y su belleza. Ninguno fue trazado para ser utilizado a bordo: servían como obsequios ceremoniales y como adornos de las bibliotecas de personas adineradas. Este atlas contiene 20 páginas de mapas. Al comienzo del libro, aparece un exlibris heráldico de la biblioteca de la corte de Múnich, seguido de tablas de declinaciones y el zodíaco. En el planisferio ovalado, los continentes aparecen en verde; los contornos de América del Norte y del Sur son, en cierta medida, meramente especulativos. El marco del mapa está bordeado por querubines, las cabezas de viento que representan los nombres clásicos de los doce vientos que dieron origen a los puntos cardinales modernos. Otros mapas muestran los océanos Pacífico, Atlántico e Índico, y los mares Báltico, Mediterráneo y Negro. Una característica de todos los atlas de Agnese son las rutas de viajes que aparecen registradas en el planisferio. La copia de Múnich que se presenta aquí muestra en azul el viaje que emprendió Magallanes desde Lisboa, a través del estrecho que lleva su nombre, hasta las Molucas, así como la expedición de regreso de la única nave sobreviviente alrededor del cabo de Buena Esperanza (1519-1522). Una segunda línea (apenas perceptible y que originalmente fue plateada) traza el viaje de Pizarro de 1521: zarpó de Cádiz, España, y cruzó el istmo de Panamá hasta llegar a la costa occidental de América del Sur, hazaña con la que dio inicio a la conquista española del Perú.

Danza de la muerte

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Danza de la muerte
La obra Totentanz (Danza de la muerte), en renano medio, se originó en Maguncia alrededor de 1450. Si bien está inspirada en la Danse de macabré de París, el modelo utilizado fue una versión en alemán consistente en pliegos sueltos ilustrados. La elección de sus personajes está orientada a un público más bien urbano. La piadosa entrega a la misericordia de Dios frente a la amenaza de una plaga de dimensiones epidémicas pone de manifiesto su espíritu franciscano. Combina textos escritos (cada uno con ocho líneas de verso sobre la acusación de la Muerte y la confesión de su sorprendida víctima) e imágenes (cada una de las cuales muestra una figura de la Muerte y una persona viva, emblemática de una clase social en particular y criticada por ser la representante de dicho grupo). Esta edición, publicada en Heidelberg por Heinrich Knoblochtzer (1445-1500), es la primera versión en forma de libro impreso de la Danza de la muerte. El motivo de la danza forzada se acentúa en las xilografías, gracias a los gestos excéntricos de las imágenes de la Muerte, sus instrumentos musicales (que varían según la imagen) y la ilustración introductoria, que muestra a un cuarteto tocando para un grupo de bailarines sin vida en un salón de baile. Las iniciales decorativas de esta primera impresión, de la que solo se conocen cuatro ejemplares, fueron hechas por la extinta imprenta de Johann Zainer, el primer impresor de Ulm. En el siglo XVIII, esta copia perteneció a J. N. Weislinger, un sacerdote de Capell. Luego, pasó a formar parte de la biblioteca de la corte del elector Karl Theodor en Mannheim y, en el siglo XIX, fue llevada a Múnich.

Técnicas para una vida contemplativa

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Técnicas para una vida contemplativa
Esta edición es un compendio de cinco textos breves destinados a la educación religiosa de los miembros del clero. El primero, titulado Ars et modus contemplativae vitae (Técnicas para una vida contemplativa), se ocupa de los artículos más importantes de la fe, fundamentales para la vida contemplativa. El texto está precedido por una serie de medallones con leyenda, que tienen imágenes que ilustran las temáticas de la obra. Estas ilustraciones eran ayudas gráficas o esquemáticas para la meditación, al igual que otras dos láminas que representan los nombres y los atributos de Dios, así como escenas de la vida de Jesús. El libro también contiene tratados breves sobre la meditación y el arte de la memorización, un extracto de un manual de predicación atribuido a santo Tomás de Aquino e instrucciones sobre cómo construir un arbor praedicandi (árbol de la predicación), que finaliza con una xilografía a doble página que representa en forma de árbol el desarrollo retórico de un sermón. La edición fue cuidadosamente planificada para combinar el método de la impresión de tipos móviles con el uso de impresiones xilográficas. Las xilografías se imprimieron en hojas separadas y, luego, se encuadernaron al comienzo y al final de la obra. Usando una moleta (piedra de moler), las xilografías eran transferidas al papel humedecido, que se frotaba sobre el bloque entintado con piezas de cuero. Esta técnica dañaba el reverso de la impresión, que, por ese motivo, se dejaba en blanco. A menudo, estos grabados se pegaban para producir páginas de doble faz. Mientras tanto, la impresión tipográfica en una prensa permitía utilizar ambos lados del papel. El libro que se muestra aquí se produjo en el taller de Friedrich Creussner, un impresor que estuvo en actividad en Núremberg desde el comienzo de la década de 1470 hasta el final del siglo XV. De entre sus más de 140 ediciones impresas, esta es la única versión sobreviviente que combina el método de impresión xilográfico y el tipográfico. Es posible que Creussner ya hubiera empleado estas técnicas para producir Defensorium virginitatis Mariae (En defensa de la virginidad de María) en 1470, pero dicha obra no ha sobrevivido.

Adab, volumen 3, número 2, septiembre de 1955

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Adab, volumen 3, número 2, septiembre de 1955
Adab fue la revista literaria de la Pohanżay-i Adabīyāt va ʻUlūm-i Basharī (Facultad de Humanidades y Letras) de la Universidad de Kabul. Comenzó a publicarse de forma trimestral en mayo de 1953. En árabe, en persa (darí) y en pastún, la palabra «adab» denota la idea tanto de cultura como de literatura, y la revista constaba, sobre todo, de artículos sobre literatura e historia, con énfasis en la literatura y la historia cultural de Afganistán. La mayoría de los artículos estaban escritos en persa, aunque aparecen varios en pastún y algunos en inglés. Un número típico contenía artículos sobre estética y crítica literaria, biografías, ensayos sobre las principales obras literarias y obras originales de poesía y prosa de estilo tradicional. La Facultad de Letras y Humanidades se inauguró en el otoño de 1944, y el lanzamiento de Adab llegó casi una década después. La Universidad de Kabul se fundó en 1932. La Facultad de Humanidades y Letras fue la cuarta en incorporarse a la universidad, después de la Facultad de Medicina (1932), la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (1938), y la Facultad de Ciencias (1942).

Adab, volumen 3, número 1, junio de 1955

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Adab, volumen 3, número 1, junio de 1955
Adab fue la revista literaria de la Pohanżay-i Adabīyāt va ʻUlūm-i Basharī (Facultad de Humanidades y Letras) de la Universidad de Kabul. Comenzó a publicarse de forma trimestral en mayo de 1953. En árabe, en persa (darí) y en pastún, la palabra «adab» denota la idea tanto de cultura como de literatura, y la revista constaba, sobre todo, de artículos sobre literatura e historia, con énfasis en la literatura y la historia cultural de Afganistán. La mayoría de los artículos estaban escritos en persa, aunque aparecen varios en pastún y algunos en inglés. Un número típico contenía artículos sobre estética y crítica literaria, biografías, ensayos sobre las principales obras literarias y obras originales de poesía y prosa de estilo tradicional. La Facultad de Letras y Humanidades se inauguró en el otoño de 1944, y el lanzamiento de Adab llegó casi una década después. La Universidad de Kabul se fundó en 1932. La Facultad de Humanidades y Letras fue la cuarta en incorporarse a la universidad, después de la Facultad de Medicina (1932), la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (1938), y la Facultad de Ciencias (1942).

Adab, volumen 2, números 3 y 4, marzo de 1955

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Adab, volumen 2, números 3 y 4, marzo de 1955
Adab fue la revista literaria de la Pohanżay-i Adabīyāt va ʻUlūm-i Basharī (Facultad de Humanidades y Letras) de la Universidad de Kabul. Comenzó a publicarse de forma trimestral en mayo de 1953. En árabe, en persa (darí) y en pastún, la palabra «adab» denota la idea tanto de cultura como de literatura, y la revista constaba, sobre todo, de artículos sobre literatura e historia, con énfasis en la literatura y la historia cultural de Afganistán. La mayoría de los artículos estaban escritos en persa, aunque aparecen varios en pastún y algunos en inglés. Un número típico contenía artículos sobre estética y crítica literaria, biografías, ensayos sobre las principales obras literarias y obras originales de poesía y prosa de estilo tradicional. La Facultad de Letras y Humanidades se inauguró en el otoño de 1944, y el lanzamiento de Adab llegó casi una década después. La Universidad de Kabul se fundó en 1932. La Facultad de Humanidades y Letras fue la cuarta en incorporarse a la universidad, después de la Facultad de Medicina (1932), la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (1938), y la Facultad de Ciencias (1942).

Adab, volumen 2, número 2, septiembre de 1954

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Adab, volumen 2, número 2, septiembre de 1954
Adab fue la revista literaria de la Pohanżay-i Adabīyāt va ʻUlūm-i Basharī (Facultad de Humanidades y Letras) de la Universidad de Kabul. Comenzó a publicarse de forma trimestral en mayo de 1953. En árabe, en persa (darí) y en pastún, la palabra «adab» denota la idea tanto de cultura como de literatura, y la revista constaba, sobre todo, de artículos sobre literatura e historia, con énfasis en la literatura y la historia cultural de Afganistán. La mayoría de los artículos estaban escritos en persa, aunque aparecen varios en pastún y algunos en inglés. Un número típico contenía artículos sobre estética y crítica literaria, biografías, ensayos sobre las principales obras literarias y obras originales de poesía y prosa de estilo tradicional. La Facultad de Letras y Humanidades se inauguró en el otoño de 1944, y el lanzamiento de Adab llegó casi una década después. La Universidad de Kabul se fundó en 1932. La Facultad de Humanidades y Letras fue la cuarta en incorporarse a la universidad, después de la Facultad de Medicina (1932), la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (1938), y la Facultad de Ciencias (1942).

Adab, volumen 2, número 1, junio de 1954

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Adab, volumen 2, número 1, junio de 1954
Adab fue la revista literaria de la Pohanżay-i Adabīyāt va ʻUlūm-i Basharī (Facultad de Humanidades y Letras) de la Universidad de Kabul. Comenzó a publicarse de forma trimestral en mayo de 1953. En árabe, en persa (darí) y en pastún, la palabra «adab» denota la idea tanto de cultura como de literatura, y la revista constaba, sobre todo, de artículos sobre literatura e historia, con énfasis en la literatura y la historia cultural de Afganistán. La mayoría de los artículos estaban escritos en persa, aunque aparecen varios en pastún y algunos en inglés. Un número típico contenía artículos sobre estética y crítica literaria, biografías, ensayos sobre las principales obras literarias y obras originales de poesía y prosa de estilo tradicional. La Facultad de Letras y Humanidades se inauguró en el otoño de 1944, y el lanzamiento de Adab llegó casi una década después. La Universidad de Kabul se fundó en 1932. La Facultad de Humanidades y Letras fue la cuarta en incorporarse a la universidad, después de la Facultad de Medicina (1932), la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (1938), y la Facultad de Ciencias (1942).
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