Esta acuarela satírica, realizada por el artista italiano Raffaello Jonni, forma parte de una serie de 79 dibujos originales del pintor que se conservan en la Biblioteca Alejandrina en Roma. Retrata a Francisco José I (1830-1916), el anciano emperador de Austria-Hungría, como si fuera un ladrón en las puertas de una mansión con un cartel que dice «Villa Italia». Un perro guardián le muerde una pierna, al tiempo que el emperador exclama, en una combinación de alemán e italiano: «¡Dios mío!... ¡Me habían dicho que la mansión no estaba vigilada!». Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Italia adoptó una postura neutral y se mantuvo al margen durante algún tiempo para ver cómo avanzaba el conflicto. Después de haber terminado con la Triple Alianza que la había unido a Austria y a Alemania durante 30 años, Italia hizo negociaciones secretas con la Triple Entente (Francia, el Reino Unido y el Imperio ruso) por medio del Tratado de Londres firmado el 26 de abril de 1915. El 23 de mayo de ese año, ingresó al conflicto para sumarse al bando de la Entente y le declaró la guerra al Imperio austro-húngaro.
Esta acuarela satírica, realizada por el artista italiano Raffaello Jonni, forma parte de una serie de 79 dibujos originales del pintor que se conservan en la Biblioteca Alejandrina en Roma. Retrata a Francisco José I (1830-1916), el anciano emperador de Austria-Hungría, como si fuera un ladrón en las puertas de una mansión con un cartel que dice «Villa Italia». Un perro guardián le muerde una pierna, al tiempo que el emperador exclama, en una combinación de alemán e italiano: «¡Dios mío!... ¡Me habían dicho que la mansión no estaba vigilada!». Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Italia adoptó una postura neutral y se mantuvo al margen durante algún tiempo para ver cómo avanzaba el conflicto. Después de haber terminado con la Triple Alianza que la había unido a Austria y a Alemania durante 30 años, Italia hizo negociaciones secretas con la Triple Entente (Francia, el Reino Unido y el Imperio ruso) por medio del Tratado de Londres firmado el 26 de abril de 1915. El 23 de mayo de ese año, ingresó al conflicto para sumarse al bando de la Entente y le declaró la guerra al Imperio austro-húngaro.