Abu ʻAli al-Husayn ibn Sina nació en Bujará (actual Uzbekistán) en 980 y falleció en Hamadán (actual Irán) en 1037. Fue una de las luminarias intelectuales del mundo medieval. Aunque en el Occidente latino se lo conocía como Avicena, los autores musulmanes solían referirse al estudioso persa como al-Shaykh al-Raʼīs (el erudito por excelencia), por ser uno de los sabios más importantes del mundo islámico. Avicena fue un autor prolífico: escribió sobre temas tan variados como la metafísica, la teología, la medicina, la psicología, la geociencia, la física, la astronomía, la astrología y la química. En Europa, su fama se basó principalmente en su obra al-Qānūn fī al-ṭibb (El canon de la medicina), que Gerardo de Cremona tradujo al latín en el siglo XII y que formó parte del plan de estudios estándar para los estudiantes de medicina hasta finales del siglo XVII. Fue gracias a la reputación de esta y de otras dos obras de Avicena traducidas al latín —al-Adwiya al-qalbīya (Medicamentos cardíacos) y al-Urjūza fī al-ṭibb (Manual en verso sobre medicina)— que, en el Occidente latino, a menudo se lo llamaba princeps medicorum (príncipe de los médicos). Puede que haya escrito Risālah fī al-Qūlanj (Una epístola sobre la colitis) en la época de su encarcelamiento en el castillo de Fardajan, cerca de Hamadán, alrededor de 1023. La obra se divide en tres maqalat (ensayos): el primero sobre la anatomía de las vísceras, el segundo sobre los diferentes tipos de colitis y el tercero sobre varios tratamientos para estas dolencias. La obra está dedicada a un funcionario, aparentemente un dignatario de la dinastía búyida (mediados del siglo X a mediados del siglo XI), que se identifica en la introducción como el emir Nusrat al-daula Izz al-mulk. El presente manuscrito, ejecutado en escritura taʻliq en tinta negra, se terminó en Yumada al-Ākhira en 1063 d. H. (entre abril y mayo de 1653 d. C.).
Abu ʻAli al-Husayn ibn Sina nació en Bujará (actual Uzbekistán) en 980 y falleció en Hamadán (actual Irán) en 1037. Fue una de las luminarias intelectuales del mundo medieval. Aunque en el Occidente latino se lo conocía como Avicena, los autores musulmanes solían referirse al estudioso persa como al-Shaykh al-Raʼīs (el erudito por excelencia), por ser uno de los sabios más importantes del mundo islámico. Avicena fue un autor prolífico: escribió sobre temas tan variados como la metafísica, la teología, la medicina, la psicología, la geociencia, la física, la astronomía, la astrología y la química. En Europa, su fama se basó principalmente en su obra al-Qānūn fī al-ṭibb (El canon de la medicina), que Gerardo de Cremona tradujo al latín en el siglo XII y que formó parte del plan de estudios estándar para los estudiantes de medicina hasta finales del siglo XVII. Fue gracias a la reputación de esta y de otras dos obras de Avicena traducidas al latín —al-Adwiya al-qalbīya (Medicamentos cardíacos) y al-Urjūza fī al-ṭibb (Manual en verso sobre medicina)— que, en el Occidente latino, a menudo se lo llamaba princeps medicorum (príncipe de los médicos). Puede que haya escrito Risālah fī al-Qūlanj (Una epístola sobre la colitis) en la época de su encarcelamiento en el castillo de Fardajan, cerca de Hamadán, alrededor de 1023. La obra se divide en tres maqalat (ensayos): el primero sobre la anatomía de las vísceras, el segundo sobre los diferentes tipos de colitis y el tercero sobre varios tratamientos para estas dolencias. La obra está dedicada a un funcionario, aparentemente un dignatario de la dinastía búyida (mediados del siglo X a mediados del siglo XI), que se identifica en la introducción como el emir Nusrat al-daula Izz al-mulk. El presente manuscrito, ejecutado en escritura taʻliq en tinta negra, se terminó en Yumada al-Ākhira en 1063 d. H. (entre abril y mayo de 1653 d. C.).