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La guerra europea. La derrota de los alemanes cerca de Varsovia

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La guerra europea. La derrota de los alemanes cerca de Varsovia
Este grabado, que muestra un combate en una zona boscosa —los alemanes son derrotados en una batalla en los alrededores de Varsovia—, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «El cuerpo de Siberia demostró especial valor en las batallas en los alrededores de Varsovia. Capturaron a muchos prisioneros del vigésimo cuerpo alemán en la batalla en el bosque de Moshidlovskii. El decimoséptimo cuerpo dirigió la ofensiva principal en el área de Błonie y Pruszków, y fue el que más sufrió. Allí, los cuerpos siberianos junto con los rusos ocasionaron grandes pérdidas al enemigo. Los alemanes terminaron con decenas de miles de muertos y heridos». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

El rapto de Briseida

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El rapto de Briseida
Esta hoja de papiro, que presenta un dibujo rudimentario en el recto, claramente fue dividida en pedazos para ser usada en una carta, cuyo remanente (diez líneas) se encuentra en el verso. El dibujo representa el rapto de Briseida a manos de los heraldos Taltibio y Euríbates, que se relata en el Canto 1 de la Ilíada (líneas 330-348). El tocado de la figura femenina central, que avanza mirando hacia atrás, en clara resistencia, recuerda a un gorro frigio. En un principio, la ilustración puso en duda esta interpretación del tema, pero se pueden presentar varios paralelos iconográficos para apoyar la conclusión de que, en efecto, se trata de un raro ejemplo de una ilustración de la Ilíada de la Antigüedad tardía. Estos ejemplos también sugieren que el fragmento tiene origen egipcio. Se desconoce el contexto original del papiro: puede haber formado parte de un manuscrito (rollo o códice) de la Ilíada o de una obra con representaciones pictóricas de material mitológico, o bien puede haber sido un folio independiente (tal vez utilizado como modelo en un taller de arte). La hoja, que se reconstruyó a partir de fragmentos, fue adquirida por la Biblioteca Estatal de Baviera en 1913 a través de un sindicato alemán de comerciantes de papiros.

Carmina burana

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Carmina burana
Este manuscrito contiene 318 canciones, la mayoría en latín y algunas en alemán. El contenido es casi exclusivamente profano: sátiras y poemas didácticos moralizantes, canciones de amor y de primavera, así como versos sobre la bebida y el juego, todo se reúne en la colección más completa e importante de poesía lírica del siglo XII y comienzos del XIII. Las canciones parecen derivar de diversas fuentes; algunas, probablemente, provienen de eruditos itinerantes. Además de las canciones, el manuscrito ofrece dos obras de teatro en latín: una obra sobre la Natividad y una sobre la Pasión. A ciertas canciones se les agregó melodías en la forma de neumas. Se incluyeron ocho ilustraciones; la mayoría se encuentra al final de grupos de canciones con un tema similar. Tres escribas trabajaron en el manuscrito que, según la caligrafía y el lenguaje, permite suponer que se produjo en la zona del sur los Alpes. Hay evidencia, solo desde el siglo XVIII, de que este manuscrito se encontraba en el monasterio de Benediktbeuern. El manuscrito fue descubierto tras la disolución del monasterio, en 1803, por Johann Christoph von Aretin. Las canciones del Benediktbeuern cobraron popularidad gracias al compositor Carl Orff (1895-1982), quien escribió una cantata titulada Carmina burana (1937).

Dibujos, acuarelas y xilografías de Philipp Apian

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Dibujos, acuarelas y xilografías de Philipp Apian
Entre 1554 y 1561, Philipp Apian (1531-1589) llevó a cabo un estudio topográfico de Baviera a instancias del duque Alberto V. El mapa resultante, producido sin el uso de la triangulación, se considera el primer mapa de una gran región en haberse realizado con mediciones matemáticas. En 1563, Apian completó una versión de gran tamaño en vitela con una escala de 1:40 000, que fue destruida durante el siglo XVIII. A petición del duque, Apian redujo la escala del mapa a 1:145 000 y lo preparó para xilografía. Jost Amman ejecutó las ilustraciones para los bordes y orlas de esta edición. Esta segunda versión se publicó en 1568 y fue el mapa oficial de Baviera hasta el siglo XIX. Durante su estudio topográfico, Apian también recolectó material con el objetivo de realizar una Descriptio Bavariae, para la que preparó imágenes de castillos, asentamientos y paisajes. Después de renunciar a su cátedra en Tubinga, entre 1584 y 1589, Apian comenzó a trabajar en el texto de la Descriptio, que iba a combinar el mapa con una descripción ilustrada del país. La obra quedó inconclusa debido a su muerte. El duque Guillermo V de Baviera compró el manuscrito inédito por 1000 monedas de oro.

La Gran Guerra europea

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La Gran Guerra europea
Este grabado, que muestra a las tropas rusas y alemanas en combate, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Valientes soldados rusos atacan al enemigo con bayonetas en el frente alemán». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La guerra de Rusia contra los alemanes. Las tropas rusas cruzando los Cárpatos

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La guerra de Rusia contra los alemanes. Las tropas rusas cruzando los Cárpatos
Este grabado, que muestra a tropas rusas cruzando los Cárpatos, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «El paso Uzhoksky en los Cárpatos es testigo de los actos heroicos de las tropas rusas. El 11 de septiembre, tras una feroz batalla en la que el enemigo sufrió grandes pérdidas, tomamos el paso. Nuestro valiente ejército dio por tierra con el mito de la imposibilidad de atravesar los Cárpatos orientales; no solo los cruzó, sino que abrió un amplio camino hacia Hungría». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La guerra de Rusia contra los alemanes. El efecto de nuestros proyectiles de gran potencia

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La guerra de Rusia contra los alemanes. El efecto de nuestros proyectiles de gran potencia
Este grabado, que muestra el devastador efecto que tiene un proyectil ruso de gran potencia en las tropas alemanas, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «En las batallas del río Vístula, no era fácil capturar mediante la artillería ordinaria las trincheras enemigas, hábilmente construidas. Solo los tiros certeros de explosivos potentes lograron hacer que los alemanes salieran de sus madrigueras profundas. Esos proyectiles de gran potencia tienen tan aterradora eficacia que ni siquiera la famosa destreza alemana en las artes militares pudo defenderse de ellos». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La guerra de Rusia contra los alemanes. La batalla del río Vístula

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La guerra de Rusia contra los alemanes. La batalla del río Vístula
Este grabado, que muestra la batalla del río Vístula (en la actual Polonia) entre las fuerzas rusas y alemanas, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Durante una ofensiva nocturna alemana sobre Varsovia, estallaron intensos combates cerca de Blonie. La noche se encendió con la lumbre de los proyectiles de artillería y las llamas de las casas que se incendiaban. Las metrallas estallaban en el aire en diferentes direcciones; la tierra temblaba por el estruendo incesante de los disparos de las armas. A pesar del fuego letal, las tropas rusas comenzaron a luchar con las bayonetas; los alemanes no pudieron resistir el ataque y huyeron, sin llevarse a sus muertos y heridos del campo de batalla». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La guerra ruso-turca. La toma de Bayazid

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La guerra ruso-turca. La toma de Bayazid
Este grabado, que muestra la toma de la fortaleza de Bayazid (ubicada en lo que entonces era la Armenia turca), pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Nuestro valiente ejército caucásico, avanzando hacia la fortaleza de Bayazid para capturarla, atacó las posiciones turcas muy fortificadas en Bazyrgan y, después de destruirlas, ahuyentó a los turcos. Mientras huía, el enemigo dejó atrás sus armas y se dispersó en las aldeas. El 21 de octubre, nuestras tropas entraron triunfales en Bayazid. Este cruce sin precedentes de 80 verstas por caminos en montañas escarpadas, que nuestras valientes tropas hicieron en 30 horas, es el único de su tipo —en la historia— en términos de velocidad y fuerza». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La guerra ruso-turca. El hundimiento de cuatro cargueros turcos

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La guerra ruso-turca. El hundimiento de cuatro cargueros turcos
Este grabado, que muestra el hundimiento de cuatro cargueros turcos, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Después de un intenso bombardeo del puerto turco de Zonguldak en el mar Negro, nuestro destacamento avistó una unidad enemiga en el mar formada por cuatro buques de guerra y cuatro cargueros que llevaban tropas y suministros. Después de hundir a los cargueros con el fuego de la artillería y causar daños menores a los demás barcos, que lograron escapar, nuestro destacamento volvió seguro y sin pérdidas a Sebastopol». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La guerra ruso-turca. La derrota de los turcos en Sarikamish

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La guerra ruso-turca. La derrota de los turcos en Sarikamish
Este grabado, que muestra la derrota de los turcos en manos de Rusia durante una batalla en Sarikamish, en la frontera ruso-turca, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Durante la Batalla de Sarikamish, a pesar del frío intenso y de una tormenta de nieve, nuestras valientes tropas lograron expulsar a los turcos de sus sólidas posiciones con increíble tenacidad. Cuando los soldados turcos fueron derrotados y comenzaron a retirarse, dejando atrás armas y heridos, nuestros valientes soldados los persiguieron con pertinacia. Un cuerpo turco fue capturado, y los dos restantes sufrieron enormes pérdidas. Así, terminó un atrevido ataque de un ejército turco que superaba en número a nuestras tropas». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

Una batalla cerca de Volodímir-Volinski

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Una batalla cerca de Volodímir-Volinski
Este grabado, que muestra una batalla cerca de Volodímir-Volinski (actual Ucrania), pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «La artillería enemiga, disparando sobre su propia caballería, bombardeó las trincheras frente a la ciudad que ocupaban nuestras tropas. Los austríacos se acercaban con rapidez. Ocurrió algo terrible: la caballería húngara, organizada en un amplio semicírculo frente a la ciudad, arremetió con valentía. Parecía que en pocos minutos entrarían en la ciudad. Se escuchó un estruendo y un extraño crepitar: desde nuestras trincheras, se comenzaron a disparar ametralladoras, y sucedió otro hecho terrible e inolvidable. Los soldados de caballería caían como moscas. Los caballos se desplomaban a mitad de su veloz carrera, y se veía a los jinetes tambalear hasta acabar en el suelo. Se escuchaban los gemidos de los moribundos y el relincho de los caballos. En tres minutos, los soldados de caballería que se habían lanzado al ataque formaban una pila de cadáveres, y el resto de los jinetes se apresuraban a regresar a sus propias líneas con terror frenético». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

Primera Guerra Mundial. Las tropas rusas cruzando los Cárpatos

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Primera Guerra Mundial. Las tropas rusas cruzando los Cárpatos
Este grabado, que muestra a tropas rusas cruzando los Cárpatos, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Nuestras valientes tropas soportan tremendas penurias durante su travesía por los Cárpatos; parece que todo está en contra de los rusos: acantilados, impenetrables senderos de cabras, las heladas más severas y, por encima de todo, detrás de cada piedra y saliente de una roca, el cruel enemigo observa atentamente cada paso que damos. Pero nada puede detener la marcha victoriosa de nuestros héroes, las águilas rusas. El coraje y la intrepidez de nuestros hombres lo superarán todo en pos de sus ideales: la liberación de los eslavos de los Cárpatos tras siglos de esclavitud bajo el pesado yugo de Austria y la unificación bajo el cetro del zar ruso. Los eslavos de los Cárpatos son nuestros hermanos en religión y origen. Están sometidos al régimen opresor de los insolentes suabos [una referencia a los Habsburgo: se dice que provenían de la región alemana de Suabia], cuyo objetivo es aplastar a los ya oprimidos de la Rus Carpática y de Galitzia, y así destruir el deseo de los eslavos de unirse con la Gran Rusia. Pero pronto se cumplirá el deseo sagrado de nuestros hermanos. Ya está brillando la estrella que marca la liberación de los grandes eslavos del yugo de los supresores». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La derrota del ejército austríaco cerca de Leópolis

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La derrota del ejército austríaco cerca de Leópolis
Este grabado, que muestra una batalla entre los ejércitos ruso y austríaco cerca de Leópolis (en la actual Ucrania; en ese entonces, una ciudad de Austria-Hungría), pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Según el cuartel general del comandante en jefe, después de una batalla de siete días, nuestro ejército obtuvo posiciones avanzadas y sumamente fortificadas a 15-20 verstas al este de Leópolis y se acercó a los principales fuertes de la ciudad. El 19 de agosto, después de un intenso combate, los austríacos huyeron de forma caótica, abandonando armas ligeras y pesadas, equipos de artillería y cocinas de campaña. Nuestras tropas y caballería de avanzada persiguieron al enemigo, que sufrió grandes pérdidas: muertos, heridos y prisioneros. Las fuerzas austríacas destinadas al frente en Leópolis eran los cuerpos tercero, decimoprimero y decimosegundo, y partes del séptimo y del decimocuarto. El frente parecía completamente abatido. Al retirarse del río Hnyla Lypa, el enemigo se vio obligado a dejar atrás otras 31 armas. Nuestras tropas se encontraron con los caminos abarrotados de suministros de artillería, vagones y otras cargas. El número total de armas que capturamos en la zona de Leópolis es de alrededor de 150». En la esquina inferior izquierda de la imagen dice «N.º 20», lo que significa que, cuando se publicó este grabado, la imprenta ya había producido más de 20 pinturas lubok relacionadas con la guerra.Esta imagen, como muchas otras de la colección, se produjo en la imprenta de Ivan Sytin (1851-1934) en Moscú. Hacia la década de 1880, Sytin era el editor más popular y exitoso de grabados lubok en Rusia. También publicó libros populares baratos para obreros y campesinos, libros de texto y literatura para niños. La calidad de este grabado es mucho mejor que las tantas imágenes de otras imprentas: los colores y los tonos están perfectamente nivelados, y se puede disfrutar de detalles más pequeños. Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La batalla de Ardahan

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La batalla de Ardahan
Este grabado, que muestra la batalla de Ardahan (en la actual Turquía), pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «En la noche del 20 de diciembre, mientras nuestras tropas combatían, se vieron obligadas a marchar hacia Ardahan desde dos lados, el oeste y el norte. Había una densa niebla. Los turcos, firmemente asentados en las trincheras, recibieron a nuestras tropas con un raudal de balas y metralla. Tarde en la noche, el oficial al mando del destacamento occidental condujo a sus tropas en un asalto a Ardahan. Tomaron las trincheras enemigas después de un rápido asalto con bayonetas. La batalla duró toda la noche y, con los primeros rayos del sol, el destacamento del norte se unió al ataque. Los turcos sufrieron grandes pérdidas. Las trincheras enemigas quedaron atiborradas de cadáveres. El enemigo fue expulsado rápidamente y Ardahan cayó». En la esquina inferior izquierda de la imagen, dice «N.º 82», lo que significa que, cuando se publicó este grabado, la imprenta ya había producido más de 80 pinturas lubok relacionadas con la guerra.Esta imagen, como muchas otras de la colección, se produjo en la imprenta de Ivan Sytin (1851-1934) en Moscú. Hacia la década de 1880, Sytin era el editor más popular y exitoso de grabados lubok en Rusia. También publicó libros populares baratos para obreros y campesinos, libros de texto y literatura para niños. La calidad de este grabado es mucho mejor que las tantas imágenes de otras imprentas: los colores y los tonos están perfectamente nivelados, y se puede disfrutar de detalles más pequeños. Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

Una batalla con los turcos

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Una batalla con los turcos
Este grabado, que muestra una batalla entre cosacos y turcos, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Aprovechando la oscuridad de la noche, los turcos, vestidos con túnicas blancas, llegaron sigilosamente hasta el puesto de avanzada de los cosacos y los atacaron con bayonetas, al tiempo que la unidad de caballería kurda lo hacía por el flanco. Se desató la masacre; los cosacos se abrieron paso a través de las líneas de los turcos, tomaron la colina y se atrincheraron. Por la mañana llegaron nuestra artillería e infantería. Los turcos y los kurdos huyeron y dejaron a su paso un rastro de cadáveres». En la esquina inferior izquierda de la imagen, dice «N.º 96», lo que significa que, cuando se publicó este grabado, la imprenta ya había producido más de 90 pinturas lubok relacionadas con la guerra.Esta imagen, como muchas otras de la colección, se produjo en la imprenta de Ivan Sytin (1851-1934) en Moscú. Hacia la década de 1880, Sytin era el editor más popular y exitoso de grabados lubok en Rusia. También publicó libros populares baratos para obreros y campesinos, libros de texto y literatura para niños. La calidad de este grabado es mucho mejor que las tantas imágenes de otras imprentas: los colores y los tonos están perfectamente nivelados, y se puede disfrutar de detalles más pequeños. Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La batalla de Augustów

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La batalla de Augustów
Este grabado, que muestra la batalla de Augustów (en la actual Polonia), pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «El intento de los alemanes de cruzar el río Niemen y sorprender por la retaguardia a nuestros ejércitos en Polonia, cortando las líneas de ferrocarril de Moscú a Petrogrado, terminó en una gran derrota. Expulsados del Niemen, los alemanes hicieron intentos desesperados para frenar la ofensiva de nuestras tropas. Cerca de Augustów, tuvo lugar una batalla especialmente intensa. Los alemanes fueron derrotados por nuestro fuego de artillería y bayonetas, y se vieron obligados a replegarse a su frontera. Las pérdidas totales de los alemanes en la batalla del Niemen, incluso en los cálculos más conservadores, fueron de 65 000 hombres entre muertos, heridos y prisioneros. También capturamos armas, ametralladoras y vehículos blindados». En el extremo inferior central de la imagen, dice «N.º 32», lo que significa que, cuando se publicó este grabado, la imprenta ya había producido más de 30 pinturas lubok relacionadas con la guerra. Esta imagen, como muchas otras de la colección, se produjo en la imprenta de Ivan Sytin (1851-1934) en Moscú. Hacia la década de 1880, Sytin era el editor más popular y exitoso de grabados lubok en Rusia. También publicó libros populares baratos para obreros y campesinos, libros de texto y literatura para niños. La calidad de este grabado es mucho mejor que las tantas imágenes de otras imprentas: los colores y los tonos están perfectamente nivelados, y se puede disfrutar de detalles más pequeños. Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La batalla de Marijampolė

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La batalla de Marijampolė
Este grabado, que muestra la batalla de Marijampolė (en la actual Lituania), pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Mientras las tropas rusas se retiraban de Prusia Oriental por razones estratégicas, tuvieron que lidiar no solo con las tropas alemanas, sino también con los civiles en ciudades y pueblos alemanes. En una pequeña aldea, llamada Darkmen, toda la población alemana (incluso, muchachas y niños de 12 años) disparó a las tropas rusas desde las ventanas de las casas, los tejados de graneros y las bodegas. Los aldeanos estaban armados con rifles militares y fusiles Mauser. Los rusos tuvieron que combatir en dos frentes. Nuestros valientes soldados no dañaron a los civiles y no se merecían este tipo de violencia insidiosa». En la esquina inferior izquierda de la imagen dice «N.º 64», lo que significa que, cuando se publicó este grabado, en 1914, la imprenta ya había producido más de 60 pinturas lubok relacionadas con la guerra. Esta imagen, como muchas otras de la colección, se produjo en la imprenta de Ivan Sytin (1851-1934) en Moscú. Hacia la década de 1880, Sytin era el editor más popular y exitoso de grabados lubok en Rusia. También publicó libros populares baratos para obreros y campesinos, libros de texto y literatura para niños. La calidad de este grabado es mucho mejor que las tantas imágenes de otras imprentas: los colores y los tonos están perfectamente nivelados, y se puede disfrutar de detalles más pequeños. Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.

La Gran Guerra europea. La batalla de Augustów. Las tropas alemanas cruzan el Niemen

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La Gran Guerra europea. La batalla de Augustów. Las tropas alemanas cruzan el Niemen
Este grabado, que muestra a las tropas alemanas cruzando el río Niemen en la batalla de Augustów (en la actual Polonia), pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Del informe del cuartel general del jefe del Estado Mayor. La batalla de Augustów culminó de forma victoriosa el 20 de septiembre. La derrota de los alemanes fue completa, y ahora se están retirando a las fronteras de Prusia Oriental en forma desordenada. Nuestras valientes tropas persiguieron vigorosamente al enemigo, que está dejando atrás vagones, armas y municiones, y a los heridos. El 10 de septiembre, las últimas esferas del ejército en retirada del general Rennenkampf cruzaron hacia la margen derecha del Niemen. En la tarde del mismo día, las unidades alemanas de avanzada llegaron al río y procedieron a cruzarlo. El 12 de septiembre por la mañana, los zapadores enemigos comenzaron a instalar puentes de pontones, sin que nos resistiéramos. Parecía que no había nadie en la margen derecha. Después de instalar la artillería, los alemanes comenzaron a transportar tropas cerca de Mullion. Los alemanes, primero de forma muy precavida y luego con más confianza, llegaron a salvo a la mitad del río sin disparar un solo tiro. Pero, de repente, comenzó a oírse un traqueteo atronador. La artillería y las ametralladoras rusas, cuidadosamente escondidas y bien camufladas en la margen derecha del Niemen, recibieron al enemigo con granadas, metralla y balas. En pocos minutos los alemanes fueron arrasados. La artillería enemiga respondió con fiereza bombardeando a nuestras baterías. Comenzó una feroz batalla de artillería. Los alemanes intentaron en vano encontrar nuestras baterías, bien camufladas. El fuego proveniente de la margen derecha del Niemen no se detuvo ni un minuto. Los alemanes hicieron un segundo intento de llegar a la otra orilla del Niemen por el puente de pontones. Una vez más, habían cometido errores en sus cálculos. Ninguno de los audaces que pisaron el puente sobrevivió. Sus cuerpos mutilados fueron arrojados a las aguas turbias del Niemen. El enemigo sacó toda su artillería junta y continuó disparando con furia a la margen derecha del Niemen. El fuego duró seis horas. Los prusianos bombardearon a la batería rusa con metralla. Por último, al final de la sexta hora, los alemanes hicieron su último intento de cruzar el río. Densas filas de hombres de la infantería alemana comenzaron a cruzar el puente de pontones; esta vez también fueron detenidos por el terrible fuego de las ametralladoras. Cuando llegó la noche, el fuego proveniente de las baterías alemanas comenzó a disminuir. Se acallaron, una tras otra, destruidas por nuestro preciso fuego de artillería. Luego, el silencio fue completo. El ejército enemigo retrocedió 12 verstas, perseguido por los cosacos que utilizaron el puente de pontones alemán con ese fin».

Una hazaña heroica del suboficial Avvakum Volkov, que capturó la bandera austríaca

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Una hazaña heroica del suboficial Avvakum Volkov, que capturó la bandera austríaca
Este grabado, que muestra a tropas rusas luchando contra los austríacos, pertenece a la colección de carteles lubok de la Primera Guerra Mundial, que se conserva en la Biblioteca Británica. El epígrafe explica: «Avvakum Volkov, suboficial voluntario, un caballero distinguido con todos los honores otorgados por la Orden de San Jorge, fue llevado a uno de los hospitales militares de Moscú. Por su excepcional valentía, se le concedió una promoción y una recompensa de 500 rublos. Volkov ganó sus dos últimos honores en batallas contra los austríacos. Acompañado de siete soldados, Volkov llevó a cabo una misión de reconocimiento, durante la que se tropezó con los dragones austríacos, nueve hombres de caballería, un oficial y un abanderado. Volkov y su grupo atacaron a los austríacos. Volkov decapitó al oficial, luchó con tres dragones y el abanderado, y, con la enseña capturada, regresó con sus compañeros. En el camino, se toparon con una segunda patrulla austríaca, con quienes también se trabaron en desesperado combate, que terminó con la huida del enemigo. Volkov resultó herido por una bala en el estómago. En la guerra ruso-japonesa, Volkov se destacó especialmente en la batalla de Mukden, donde demostró ser un explorador gallardo, valiente y sagaz, por lo que fue distinguido con todos los galardones de la Orden de San Jorge. En esta guerra, el héroe resultó varias veces herido, y una de las heridas todavía no se ha curado». Lubok es una palabra rusa utilizada para designar obras populares creadas a partir de xilografías, grabados, aguafuertes y, más tarde, litografías. Los grabados, en general, consistían en imágenes sencillas y coloridas que graficaban una narrativa, aunque también podían incluir texto. Las pinturas lubok comenzaron a ganar popularidad en Rusia a finales del siglo XVII. Los grabados, que a menudo describían un acontecimiento histórico o representaban una pieza literaria o religiosa, se utilizaban para poner ese tipo de relatos al alcance de los analfabetos. El tono de estos expresivos grabados podía variar considerablemente: desde el humorístico hasta el instructivo, pasando por perspicaces comentarios políticos y sociales. Las imágenes eran claras y fáciles de entender; las publicadas en serie fueron las predecesoras de la historieta moderna. La reproducción de los grabados era económica, por lo que se convirtieron en una forma de que las masas exhibieran arte en sus hogares. Inicialmente, las clases altas no tomaban en serio este estilo artístico, pero, hacia finales del siglo XIX, el lubok gozaba de tal reconocimiento que inspiró a artistas profesionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las pinturas lubok informaban a los rusos acerca de los sucesos en el frente, reforzaban la moral y servían como propaganda contra los enemigos.
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